A la muerte, después de una prolongada agonía, del chico de 15 años, Emir Cuattoni (nota principal), se le sumaron otros dos hechos.
Ambos comenzaron y terminaron este último domingo de mayo. Uno en Guaymallén, más concretamente frente al Poliguay, cuando autores desconocidos balearon a Gustavo Irazábal, de 29 años.
Trasladado hasta el hospital Central, los facultativos le diagnosticaron una herida de bala en el abdomen.
Eran poco más de las 17.30 cuando llegó hasta el nosocomio de calle Alem y como consecuencia de su gravedad murió cerca de las 22.
La investigación busca determinar las causas de la agresión, que lleven a identificar al autor del crimen. El caso quedó en manos de la Oficina Fiscal N° 8 de Guaymallén.
También este domingo se conoció que, en medio de una pelea entre internos del módulo 5 del complejo penitenciario de Almafuerte, un preso perdió la vida.
El preso muerto fue identificado como Andrés Florentino Peñaloza, de 22 años, quien se encontraba condenado a 17 años de cárcel como autor de un homicidio simple, en concurso real con privación ilegítima de la libertad
La información del Ministerio no hace referencia al agresor, pero fuentes confiables, indicaron que el agresor, que compartía la celda con la víctima, sería Diego Casanova, un interno que suma varias condenas a perpetuidad y que, entre sus antecedentes dentro de la cárcel cuenta con, por lo menos, la muerte de tres internos, lo que llevó a señalarlo con el apodo de "Matapresos".
De las tres muertes, esta es la única que tiene al culpable detenido.