La vorágine en la que ha entrado la lucha del Banco Central para atajar el dólar, y evitar así que se recaliente (más) la inflación, le depara hoy un nuevo áspero test al Gobierno, que saldrá a emitir deuda en divisas en un pantano que tiene a la tasa en pesos clavada en el 40%.
La suscripción de estas nuevas Letras del Tesoro (Letes) podrá realizarse tanto en pesos como en dólares al tipo de cambio del día. Por un lado, el Ejecutivo le quita así presión a las Lebac del Central (en pesos) y por el otro busca aspirar dólares.
El ministro de Finanzas, Luis Caputo, anunció ayer que las Letras, que se ofrecerán desde hoy hasta mañana a las 15:00, serán colocadas a 140, 189 y 259 días de plazo.
La gran incógnita era ayer qué tasa terminará pagando el Gobierno para obtener dinero. Los montos y tasas se definirán de acuerdo con las condiciones del mercado.
Todo hace presuponer que saldrá caro: Caputo y Macri sentirán el rigor que el jefe del Banco Central, Federico Sturzenegger, estableció ayer en el mercado secundario, donde se compran y venden las Lebacs que la autoridad monetaria emitió semanas o meses atrás.
Allí, ayer se operaron 40.000 millones de pesos, de los cuales fueron vendidos por el Central casi 19.000 millones, todo en letras que vencen en junio.
¿Cómo operó Sturzenegger? Empujando la tasa para arriba: el viernes estaba en 34,5% y la llevó al 38% anual.
Haber puesto la tasa de referencia para bancos, en tanto, en 40% y anunciado un recorte más agresivo del déficit fiscal tuvo un impacto parcial: ayer bajó la fiebre por el dólar pero no se determinó el final a la crisis cambiaria debido a que también existen presiones externas.
El denominado índice dólar, que sigue a la divisa estadounidense contra una canasta de monedas de las principales economías del mundo (entre las que está Argentina), trepó a su nivel más alto desde diciembre.
Así, en un contexto en el que devaluaron Brasil, Chile y México, entre otros países emergentes, el peso argentino perdió 0,22% frente al billete verde, que cerró en $22,33 pesos. Al menos, el Central no vendió reservas.
El índice de monedas de mercados emergentes se debilitó por quinta semana, la racha más larga de pérdidas en casi tres años. En lo que va de 2018, el peso argentino perdió 15% frente al dólar, la mayor baja entre las principales monedas del mundo. Esto explica el contexto global.
Incluso el euro se viene moviendo en sus valores más bajos ante el dólar desde diciembre ante la expectativa de que el aumento de las tasas estadounidenses torne más atractivo al billete verde y absorba capitales de todo el mundo.