En la actualización de las cifras de víctimas por el terremoto de magnitud 7,8 que golpeó el sábado por la noche a Ecuador, se confirmó que han fallecido 570 personas, 526 de las cuales están identificadas. Asimismo, hay 7.015 heridos y 163 desaparecidos.
El movimiento telúrico de 7,8 grados de magnitud se produjo el sábado y golpeó con fuerza a la costa central de Ecuador, donde las ciudades de Pedernales, Portoviejo y Manta fueron las más afectadas.
Bomberos y rescatistas aceleraban este miércoles la búsqueda de sobrevivientes entre fuertes réplicas del potente sismo, uno de los más mortíferos de los últimos años en América Latina.
En la destrozada ciudad de Pedernales (Estado Manabí, epicentro del terremoto) la tierra volvió a temblar con fuerza y desató nuevas alarmas entre la población, ya muy golpeada desde el terremoto que arrasó el sábado esta localidad turística y buena parte del litoral ecuatoriano.
Hubo momentos de pánico, desalojos espontáneos, y muchos familias decidieron dormir en las calles, en las veredas o en los patios.
El nuevo sismo tuvo una magnitud de 6,1º según el Instituto de Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGS), pero en lo inmediato no se registraron daños.
"Son réplicas. Tuvimos dos sismos en la madrugada, uno de 6,1 y otro de 6,3 grados", explicó Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico de Ecuador.
Desde el sábado se han registrado 535 réplicas, añadió.
Por su parte, el presidente Rafael Correa dijo hoy que se apresta a anunciar medidas económicas temporales y adelantó que Ecuador podría emitir bonos para hacer frente a los devastadores efectos de un terremoto que impactó con fuerza al centro costero de la nación.
“El país nunca ha estado tan bien preparado, pero un desastre de esta magnitud va a afectar hasta el país más rico del mundo'', afirmó Correa, que en las próximas horas expedirá algunas de esas medidas, como ``la posibilidad de colocar bonos en el mercado internacional''.
El mandatario ha pasado los últimos días supervisando la ayuda y entregando suministros. El martes estimó las pérdidas en unos 3.000 millones de dólares, cerca del 3% del producto interno bruto ecuatoriano, y dijo que la reconstrucción llevará años.