El calendario en el debate del Presupuesto 2014 citaba para ayer a los representantes del área de la Salud y, como el resto de los ministros, Carlos Díaz Russo se presentó a defender la pauta para su cartera.
Pero lo que comenzó como parte de la rutina en la defensa de los gastos para el año próximo, terminó siendo una pelea que obligó al funcionario a salir custodiado de la Legislatura ante una avalancha de insultos e increpaciones.
La discusión estuvo protagonizada por miembros de Ampros y ATE, quienes escucharon los detalles de la pauta presupuestaria y advirtieron su disconformidad “en más de 90 puntos”, según señalaron desde este último gremio a Díaz Russo.
A raíz de los inconvenientes, la decisión fue trasladar extraordinariamente la reunión para hoy, aunque luego se decidió suspender el encuentro y reducir “la búsqueda de consenso” a “preguntas por escrito, a raíz de los hechos de violencia”, tal como justificaron en la Cámara de Diputados.
Desde ATE contaron que fueron a la Casa de las Leyes a escuchar al ministro para saber cuál era su proyecto para 2014. “Lo dejamos hablar, le hicimos preguntas y cuando salió había gente del hospital Lencinas -que viene manteniendo su protesta hace 30 días-.
Se habían acercado hasta allí porque no los quiere atender a pesar de sus insistencias. Reclamaron que se ha incumplido con la mayoría de los acuerdos paritarios”, explicó Roberto Macho, delegado de ATE, quien minimizó los insultos hacia Díaz Russo. “Hubo algunos altibajos de voz, pero nada más que eso. Él no quiso dar respuesta y se fue”, aseguró Macho.
“El ministro nos prometió en persona el cumplimiento de ciertos puntos que no fueron tenidos en cuenta en el nuevo presupuesto”, denunció Fabián Manrique, delegado del barrio Oeste de Godoy Cruz. El lunes, dijo, les confirmarán cuándo es la reunión con el director general de Hospitales, Oscar Renna. Según el resultado de ese encuentro decidirán si siguen o no con la protesta.
Por su parte, el ministro Díaz Russo aseveró que en el contexto actual no van a discutir en otro espacio que no sea la Subsecretaría de Trabajo. “Estuvimos cerca de tres horas exponiendo la pauta presupuestaria, explicando y respondiendo.
Cuando salimos hubo agravios. Considero que hay que basarse en el respeto y no en el agravio, que es muy fácil. Eso no contribuye al desarrollo de una sociedad madura. Dicen ser los representantes de los trabajadores pero con la agresión no representan a nadie. Todos somos responsables de cuidar la armonía”, reflexionó Díaz Russo, que fue respaldado por el Gobierno.