Ni los partidos sin hinchas visitantes parecen estar exentos de la violencia que atraviesa al fútbol argentino. El martes, en los pasillos del Estadio Único de La Plata, y mientras los hinchas de Estudiantes se retiraban aún invadidos por la alegría del triunfo, un joven pincha fue apuñalado, luego de cruzarse con un grupo de simpatizantes de Gimnasia, entre los que se encontraban los dirigentes, allegados y algún que otro “infiltrado” que compró su entrada.
El hincha de Estudiantes recibió una herida de arma blanca en la espalda y si bien fue trasladado hasta el Hospital San Roque, en la localidad de Gonnet, su estado no es de gravedad, según informaron fuentes policiales. “Nos retirábamos en grupo (de cinco personas) cuando unos treinta hinchas de Gimnasia nos acorralaron. Ahí nos agarramos a las trompadas y uno de ellos saca un cuchillo y hiere a mi amigo”, sostuvo otro simpatizante Pincha, en declaraciones que difundió el diario El Día, de La Plata, en su página Web.
A la hora de buscar responsables, la mirada se posicionó, primero, sobre los dirigentes del Lobo. Es que, en teoría, eran los únicos hinchas visitantes que podían estar en el estadio. Sin embargo, Javier Mor Roig, secretario general de Gimnasia, quien denunció que habían mucho más simpatizantes del Lobo que lo permitido.
“Nosotros teníamos una delegación de 50 personas, entre dirigentes y allegados. Hubo un episodio que no nos gustó. Les dejaron vender entradas a los no socios, cosa que a nosotros no nos dejaron. Así fue que hinchas de Gimnasia pudieron comprar entradas. Lo cierto es que de los 50 pasamos a ser 300 en un sector. Había gente que uno podía conocer de vista, pero no sabía quién era”, dijo el dirigente en diálogo con TyC Sports.
Mor Roig negó haber participado de los incidentes, aunque reveló que los vivió de cerca. “Sólo vimos un revuelo, gente corriendo. No fue muy grande, a los pocos minutos se calmó, después nos enteramos de que hubo un herido. Pero no sabemos bien cómo fue”.
Así, se abrió la posibilidad de que hinchas de Gimnasia infiltrados hayan sido los autores de la agresión. El presidente de Estudiantes, Enrique Lombardi, deslindó responsabilidades en el agresor y dijo que fue la “APREVIDE la que posibilitó la venta de entradas”. “Lo que me dijeron fue en el sector de los palcos donde estaba la comitiva de Gimnasia, pero no me quiero anticipar a nada, sería muy temerario.
ncluso hasta me dieron algún nombre, pero se lo dejo a la investigación”, sostuvo Lombardi y aseguró que “el responsable es el que ejecuta el acto vandálico, hay una denuncia hecha en la comisaría de Ringuelet”.
Por su parte, en el hospital San Roque Martín Gat, el hincha de 35 años herido de un puntazo en la espalda, evolucionaba favorablemente y se esperaban los últimos estudios para darle de alta. Es que el puntazo ingresó en una zona con importante masa muscular que impidió que afecte el abdomen. Los incidentes, del que aún no hay responsables, ocurrió en el marco de un operativo de seguridad con unos mil efectivos policiales.
Lo único cierto es que la violencia sigue más que presente en el fútbol argentino.
Relatos del amigo del apuñalado
Los detalles del hecho que pudo ser una masacre los describió Juan, uno de sus amigos que acompañó a Gat al palco para alentar al club de sus amores. “Nosotros tenemos palco y vamos siempre, hemos convivido con dirigentes de otros clubes. Salíamos caminando tranquilos, están las grabaciones que lo pueden demostrar. Nos íbamos por el anillo, por el pasillo, hicimos 80 metros y una persona nos dice ‘ustedes se quedan acá’. De repente se dan vuelta todos, armaron un tumulto y nos empiezan a pegar. Nosotros éramos 3 adultos y 2 nenes”, comenzó su relato el joven que fue testigo presencial de los disturbios.
Inmediatamente, el relató continuó en diálogo con Radio La Red: “Se metió la Policía al toque, nos corrimos y salimos. Pero mi amigo me dice ‘fijate que me parece que me clavaron algo’. Tenía toda la campera llena de sangre, se levanta la remera y tiene el puntazo en la espalda. Me da ganas de no ir nunca más a la cancha. Somos de llevar a nenes, primos, ahijados. Ya no se puede”.
¿Cuál fue la falla para las fuerzas de seguridad? La lista de dirigentes y allegados del “Lobo” estaba estipulada en 70 personas, sin embargo cerca de 200 ingresaron a la cancha y se ubicaron en los palcos alojados encima de la tribuna que habitualmente usan los visitantes.
“El agresor entró con los dirigentes, estaba en esa lista, no había entradas a la venta. Ojalá los videos demuestren lo que pasó, no veníamos ni cantando ni nada. Nada de nada porque no nos dimos cuenta que eran de Gimnasia”, cerró su testimonio, reclamando justicia y solicitando que la impunidad no se declare ganadora otra vez en un estadio”.
Oscar F. Vilar: "De nuestro grupo no salió el agresor"
El directivo de Gimnasia y Esgrima La Plata se quejó porque ningún directivo de Estudiantes se acercó para ver lo que sucedía y afirmó que “éramos 70 los autorizados a ingresar. Fuímos dirigentes, empleados y algunos familiares, pero en ese lugar había muchos más y no los conocíamos a todos”.
El directivo subrayó que “del grupo nuestro no salió el agresor. Eso es un disparate. No había ascensores, tuvimos que bajar por escaleras y ahí se produjo el cruce. Fuimos los agredidos y no creo que sea muy difícil cuidar a 70 personas, pero no había policías en el lugar. Nos enteramos de lo sucedido cuando estábamos en el micro volviendo a Estancia Chica. En un estadio que se dice tan seguro debería estar todo filmado”.
También opinó de lo sucedido en el final del partido el capitán Lucas Licht que dijo “la verdad que uno actúa en caliente, con las pulsaciones a mil, pero después más frío reconozco que me equivoqué, que no tendría que haber hecho ningún gesto a la gente, que tampoco tiene derecho a tirar y hacer cualquier cosa”.