Paulatinamente, el fútbol argentino comienza a evidenciar un nuevo camino a recorrer. Tras el fallecimiento de Julio Grondona el pasado 30 de julio, que puso un punto final a su estadía como presidente de la AFA (ejercía desde 1979), los dirigentes que quedaron empezaron a tomar decisiones.
Y tras aprobarse el nuevo formato de disputa de los campeonatos, soplarán vientos de cambio desde lo político. Ayer 60 autoridades se reencontraron en el edificio de calle Viamonte para una Asamblea Extraordinaria, programada para modificar algunos puntos del Estatuto.
Y lo que se votó es que el presidente designado en elecciones solamente podrá aspirar a una reelección. Así, el período máximo como titular afista será de 8 años, producto de la duración de cuatro del período normal y de otros tantos en caso de ser reelegido.
El otro punto saliente en el cónclave de ayer es que se estipuló una antigüedad mínima de 4 años de un directivo en su correspondiente club (como presidente o vicepresidente) para ir en búsqueda de la conducción de la AFA.
La novedad, con esta modificación, es que Daniel Angelici (Boca Juniors), Rodolfo D’Onofrio (River Plate), Marcelo Tinelli (San Lorenzo) y Juan Sebastián Verón (Estudiantes de La Plata), figuras de renombre y con cierto consenso para obtener el puesto más importante en el corto plazo, quedaron fuera de carrera por el trono, al menos para los próximos comicios.
No quedan dudas de que es otro golpe político contra los equipos grandes, que estuvieron desde un principio, en desacuerdo con tantos cambios.
La gestión de Luis Segura, avalada por los clubes, finaliza en octubre de 2015, completando el tiempo que restaba de la era Grondona. A partir de ahí, nuevos candidatos presentarán sus intenciones de competir en las urnas.
También se definieron quiénes serán representantes en el Comité Ejecutivo y en la Asamblea, teniendo en cuenta que ahora el principal campeonato del fútbol argentino contará con 30 equipos.