La gestión de Passarella termina de la peor manera. En su ausencia por estar en Europa, el resto de la Comisión Directiva analizó la información que brindó el polémico balance 2012-2013. Según lo que trascendió, el pasivo es de 383 millones de pesos, por debajo de los 430 que se pensaba. Pero lo más preocupante está en el déficit anual de 60 millones, que al mismo tiempo se vio aliviado porque se activó una posible venta de Lanzini por 33 millones.
Tal como hubiera pasado con Funes Mori en 2012, cuando la dirigencia utilizó esa opción contable válida (se lo registró por $ 34.380.000), esta vez la CD evitó una pérdida anual mayor a 79 millones que se registraron entre el cierre de la conducción de Aguilar y el inicio de la era Passarella. Igual el descenso económico es claro: en el activo no corriente figuran transferencias por más de 15 millones, sin especificar por cuál futbolista realizaron ese cálculo.
Además, Deloitte, empresa que audita el balance, comprobó que entre el 01/09/12 y el 31/08/13, el pasivo creció un 30%. ¿Cómo se explica esa cifra? Los gastos que más crecieron son del fútbol profesional (57% más), la administración (un 67% más) y en mantenimiento e intendencia (90% por encima del anterior).
Pero también River tomó préstamos entregando contratos con Banco Francés, Adidas y los derechos de TV como garantía. Por supuesto, los intereses fijados, en varios casos llegando al 39% de la TNA, agravaron la realidad.
¿Algún otro consejo para el nuevo mandatario electo? Sí, se viene lo peor en la balanza entre lo que hay que pagar y lo que se embolsará: ya vencidos existen $ 31 millones de deuda y otros 25 de créditos a favor, pero para los próximos tres meses se debe hacer frente a compromisos por $ 171 millones cuando está previsto cobrar solamente 17.