Otra vez, y tras cuatro años, la alegría en el clásico quedó para San Lorenzo. En el Nuevo Gasómetro, el local se impuso por 3 a 1 a Huracán, en un duelo que no se disputaba desde el 2011. Los de Edgardo Bauza tuvieron la iniciativa, golpearon en los momentos clave y tuvieron a un Leandro Romagnoli en su mejor nivel.
La propuesta de San Lorenzo era desnivelar por las bandas ante un rival que arrancó bien plantado atrás. Sin embargo, Huracán se puso en ventaja a los quince minutos de la primera mitad gracias a la notable pegada de Patricio Toranzo, quien con su derechazo desde afuera del área dejó sin chances a Sebastián Torrico. Precisamente, cuando Toranzo se asociaba con el Rolfi Montenegro y con Romero Gamarra, el local sufría en el fondo, donde los centrales no daban garantías.
El local empató justo a tiempo
Parecía partido el equipo de Bauza, pero en el momento justo llegó el empate: Romagnoli definió con categoría ante la salida de Marcos Díaz e hizo delirar al Nuevo Gasómetro. De todas formas, sufría atrás el último campeón de la Libertadores. Y si Huracán no volvió a ponerse arriba fue porque Wanchope Ábila se perdió un mano a mano al tirarla por arriba.
Y en el otro arco, los locales volvieron a pegar en un momento clave: Caruzzo se encontró con la pelota en el borde del área tras un córner y, de zurda, puso el 2 a 1.
La sentencia
El golpe de gracia llegó gracias a otra aparición de Romagnoli cuando San Lorenzo había perdido la pelota. El Pipi encaró, aceleró y cayó en el área ante el toque de Federico Vismara. Saúl Laverni cobró penal y Mauro Matos puso el 3 a 1. Huracán tuvo algunas aproximaciones para descontar. La más clara fue un cabezazo de Toranzo que dio en el palo. No obstante, San Lorenzo manejó el encuentro y al final se quedó con una ansiada victoria.
Tras los festejos, una nueva muerte
El triunfo deportivo de San Lorenzo quedó opacado al final del encuentro al conocerse una lamentable noticia: un hincha del Ciclón murió en el acto al caerse de la tribuna popular del Nuevo Gasómetro. Según se pudo averiguar, este simpatizante, de unos 25 años, se encontraba ubicado en uno de los vértices superiores de la tribuna y cayó al vacío, desde una distancia aproximada de 50 metros. Al caer impactó en otro hincha, de 36 años, que justo salía del baño de la mano de su hijo de 4. Esa persona, producto del fuerte golpe, fue derivada al hospital Piñero y su estado es delicado. El nene, por suerte, no recibió heridas y se encuentra bien. “Estamos muy amargados. Un hincha perdió la vida y otro está grave. No podemos festejar como quisiéramos”, contó Edgardo Bauza en la conferencia de prensa posterior al partido. Alberto Crescenti, jefe del SAME, confirmó la noticia y contó que el herido fue trasladado en una ambulancia privada que se encontraba dentro del estadio.
Por otra parte, en la previa apareció otra vez la violencia. Porque aunque no hubiese público visitante, fuera de la cancha siempre hay motivos para intentar enfrentarse. Ayer a la mañana, barras del Globo atacaron a un grupo de hinchas del Ciclón en el barrio de San Cristóbal y robaron dos banderas. Al rato, barras del Cuervo tiraron tiros al aire en la plaza José C. Paz, donde suele parar la hinchada del Quemero. Ya por la tarde, dos horas antes del encuentro, la Gendarmería detuvo a 15 barras de Huracán que se encontraban apostados en el cruce de Perito Moreno y Avenida Cruz para emboscar a micros que llegaban a la cancha con hinchas locales.
