Treinta y nueve personas murieron hoy en un atentado perpetrado por un estudiante tunecino en el hotel de una cadena española en la estación balnearia de Susa, este de Túnez, en el peor atentado de la historia reciente del país.
Desde la Primavera Árabe que se inició en Túnez en 2011, el país se enfrenta a una creciente amenaza yihadista, que ataca principalmente al turismo, un sector vital que representa más del 7% del PIB de Túnez y genera casi 400.000 empleos directos e indirectos.
El pasado 18 de marzo, murieron 21 turistas y un policía tunecino en otro atentado en el museo del Bardo.
Coincide también con una oleada de atentados registrados este viernes, en Kuwait, donde murieron al menos 27 personas en un ataque reivindicado por el grupo que opera sobre todo en Siria e Irak, Estado Islámico, y en Francia, donde una persona fue decapitada.
Según el ministerio de la Salud tunecino, otras 39 personas, en su mayoría inglesas, alemanas, belgas y noruegas resultaron heridas en el atentado perpetrado en las instalaciones del hotel Riu Imperial Marhaba, en Port el Kantaui, a 140 km al sur de Túnez.
La lista de nacionalidades de las víctimas no ha sido establecida ya que la mayoría estaban en bañador y no llevaban la documentación encima, según un responsable del ministerio.
Pero al menos cinco británicos y una irlandesa figuran entre los muertos, según las autoridades de sus respectivos países.
Según las autoridades, el presunto autor del atentado, que había escondido su arma en una sombrilla, haciéndose pasar por un turista más, fue abatido.
Se trata de Seifeddine Rezgui, originario de Gaafur (noroeste), aunque estudiaba en Kairuan (centro). No estaba fichado por la policía, según el secretario de Estado de Seguridad, Rafik Chelly, quien precisó que "a priori" habría actuado solo.
El atacante disparó a la gente que había en la playa y después entró en el recinto del hotel para matar a las personas que tomaban el sol o se bañaban en las piscinas, según el repostero del hotel
"Oí disparos y salí a ver lo que pasaba. Vi a alguien que disparaba a turistas mayores (en la playa). Murieron", contó Slim Brahim. "Intenté esconderme porque vi como el terrorista entraba en el hotel por el lado de la piscina. Luego lanzó una granada cerca de la piscina".
Una periodista de la AFP vio dos cuerpos yaciendo en un charco de sangre en el aparcamiento del hotel, y tres cadáveres al borde de una piscina cubierta.