Un juez de La Matanza fue asaltado y golpeado cuando llegaba a su casa y los agresores le habrían advertido que "no hablara más" del caso de Candela Rodríguez, la nena asesinada en 2011 en Villa Tesei, en el marco de un crimen que podría vincular al narcotráfico y la policía.
Se trata del juez Alfredo Drochi, del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de La Matanza, abordado cerca de su casa por sujetos que lo asaltaron y le dieron un culatazo, indicaron fuentes del caso.
Lo curioso es que le habrían advertido que no volviera a hablar del caso Candela, y una versión añadió que le habrían dicho que la muerte de un testigo clave había sido un atentado.
"No hables más, callate la boca. La próxima te matamos", le dijeron, según reconoció la propia víctima.
Esta agencia se comunicó con la casa del juez, donde se confirmó que el episodio había existido y añadieron: "No es conveniente para nosotros hablar en este momento con la prensa".
No obstante, un rato después Drochi precisó públicamente que dos sujetos se bajaron de un Volkswagen Gol Trend verde, se le pusieron a cada lado del vehículo que él estaba estacionando y le apuntaron con sendas armas.
Le exigieron bajar del auto, le robaron el dinero y le quisieron sacar la alianza, tras lo cual le dieron un culatazo y le advirtieron: "No hables más, callate la boca. La próxima te matamos", según reconoció la propia víctima. El juez habría alcanzado a tomar la patente del auto de los atacantes y determinó que sería robado.
Por su parte, el vicegobernador Gabriel Mariotto, a cargo de una comisión especial que investiga el caso, confirmó que Drochi se había comunicado con él para referirle que "salía del programa de Mauro Viale", donde habitualmente se analiza el caso Candela, y "fue golpeado".
En esa entrevista televisiva, el juez había hablado de una supuesta complicidad de la Policía Bonaerense y el narcotráfico.
"Mañana me voy a estar reuniendo con Alberto en La Plata para interiorizarme del hecho. Yo no quiero por el momento relacionarlo con el caso" Candela, afirmó Mariotto.
El ataque sufrido por este juez de La Matanza -jurisdicción donde se investiga el crimen de Candela- ocurrió justo cuando la comisión del Senado provincial que encabeza Mariotto decidió sesionar ayer martes, nuevamente, ante la misteriosa muerte de un testigo clave.
Candela Rodríguez, de 11 años, desapareció el 22 de agosto de 2011 en Villa Tesei y fue hallada asesinada nueve días después, en un baldío del Acceso Oeste en Hurlingham, cuando todo el país se movilizaba en su búsqueda.
En un primer momento, la investigación determinó que la nena había sido asesinada en una "venganza no tradicional" contra su padre, detenido por piratería del asfalto, y por el caso se detuvo a una decena de personas. Pero la Cámara del Crimen de Morón decidió desprocesarlos y liberarlos por las graves falencias en la investigación.
El fiscal Marcelo Tavolaro y el juez de Garantías Alfredo Meade fueron apartados del caso y un nuevo fiscal motorizó nuevamente la investigación, pero solo mantuvo las sospechas sobre dos implicados: Héctor Bermúdez, señalado como el autor material, y Leonardo Jara, el joven que habría hecho la llamada extorsiva a la casa de la nena cuando estaba secuestrada.
La semana pasada, Roberto Aníbal, un carnicero del barrio de Candela que había sido clave para inculpar a los sospechosos que estuvieron presos, resultó gravemente herido por una explosión en su vivienda de Virgen del Luján 3664 de Moreno.
Con el 80 por ciento del cuerpo quemado, Aníbal murió horas después, en medio de las sospechas de la familia de Candela de que había sido un homicidio.
Aníbal ya había denunciado amenazas y, tras encabezar una protesta en la Gobernación bonaerense, estaba a punto de cobrar el día de la explosión un cheque de 100 mil pesos como parte de la recompensa oficial ofrecida a quien aportara datos del caso.
Mariotto ratificó ayer, martes, su sospecha en torno a la muerte de Aníbal, cuando la comisión volvió a sesionar, y criticó que el Ejecutivo provincial y la Justicia no hayan dado respuesta al reclamo de esa comisión de que sea removido el jefe de la policía provincial, Hugo Matzkin.
"Yo sería hipócrita si dijese que íntimamente no estoy cargado de sospecha acerca de la muerte de este testigo. Hay situaciones que ameritan que esta comisión investigue con la misma responsabilidad que investigó el caso Candela", dijo. Y agregó que "toda la sociedad está conmovida por este episodio y que muera un testigo en las causas en que se produjo por supuesto que nos llena más de dudas que de certezas".