Independiente Rivadavia embolsó tres puntos importantísimos en su visita a la ciudad de Santiago del Estero, donde le ganó a Central Córdoba 3-1 y se puso a una unidad del tan ansiado Reducido, cuyo ganador se hará con el segundo ascenso a Primera División.
Le hizo muy bien ganar el clásico mendocino a los orientados por Pablo Quinteros. El envión positivo les dura y eso lo demostraron frente a un duro rival como es el Ferroviario santiagueño. Desde lo colectivo, el equipo respondió con puntos muy altos.
Durante los primeros diez minutos de juego, el local, obligado, quiso imponer sus condiciones porque venía de ganarle como visitante a Guaraní Antonio Franco, en Posadas, y un nuevo triunfo sería un bálsamo para el DT, Luis Medero, muy cuestionado por los hinchas. Pato encontró a Ferreira como socio para romper la defensa visitante y Prieto se sumó para darle sentido al ataque santiagueño.
Sin embargo, el sistema defensivo azul funcionó a la perfección para neutralizar todos los intentos del tridente ofensivo rival. Servio, Viscarra y Cálgaro tuvieron una destacada labor durante estos minutos. La mala suerte del equipo mendocino estuvo marcada, una vez más, por otra lesión inoportuna. Apenas transcurrían 20’ de juego y el “6” debió abandonar el campo de juego por una molestia física. Masoero, quien ingresó en su lugar, no desentonó y se acopló muy bien a la última línea que funcionó sin fisuras.
Así, en el mejor momento del local, cuando apretaba para intentar romper la paridad, apareció el primer cachetazo de la Lepra mendocina. Desde la izquierda, Sanfilippo envió un tiro libre que Gautier peinó, venciendo la resistencia de Calviño. Iba media hora de encuentro e Independiente salía del asedio con un gran golpe. Es que el local no reaccionó y los de Quinteros continuaron manejando los hilos del encuentro sin desesperarse. Es más, sumó gente en la zona media y decidió defenderse lejos de su arco. Fue una idea que le dio buenos réditos.
En la parte complementaria llegó lo mejor. La Lepra volvió a golpear en los momentos justos y fue así como demolió a un Central Córdoba que cuando descontó quiso ir por el empate. El gol de Méndez encendió la ira de los plateístas locales, quienes apuntaron contra su DT Medero, quien movió el banco y tuvo su premio en el descuento de Prieto. Sin embargo no fue suficiente para cambiar la historia. Sobre el final otra vez Gautier desató el delirio azul y dejó a los hinchas soñando con meterse finalmente en el Torneo Reducido que llevará a su ganador a Primera División.
A la salida se registraron incidentes
Al final del partido un grupo de hinchas se apostó sobre el portón de acceso principal del estadio, sobre calle Granadero Saavedra, y protestó contra la dirigencia ferroviaria ante la mala campaña que viene realizando el equipo conducido por Luis Medero.
En medio de los incidentes se escucharon disparos de balas de goma por parte de la policía, que finalmente pudo contener la situación y se normalizó el tránsito en la esquina de San Martín y Granadero Saavedra. Adentro, en la zona de vestuarios, también se vivió un clima tenso. El equipo Ferroviario está en zona de descenso directo y el rendimiento no invita a soñar con un cambio. Panorama negro.