El ejecutivo nacional prorrogaría esta semana, y por un año más, el decreto que exime de impuesto internos a los vinos espumantes. Así lo confirmaron a Los Andes legisladores tanto de la Unión Cívica Radical (UCR) como desde el PRO.
"Ya hay una decisión, es lo que nos comunicaron a nosotros al menos de prorrogar el decreto que vence el 31 de diciembre. Que en octubre se anuncie esto es muy bueno, pero no vamos a bajar la guardia porque queremos la ley", remarcó el diputado nacional Luis Borsani.
Y agregó que “Llevamos 11 años de decretos y prórrogas. Queremos que se deje garantizado la exención del impuesto a los espumantes.
La propuesta que está acompañada por todos los legisladores nacionales por Mendoza habla de una exención de 5 años a cambio de inversiones por el mismo monto del impuesto (12%) y a partir del sexto año, que se derogue el impuesto. Mañana -por hoy- nos reunimos los 13 legisladores por Mendoza Para tratar la estrategia que vamos a seguir”.
El gerente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Carlos Fiochetta, sostuvo que la idea es que salga por ley, ya que brinda mayores certezas y previsibilidad. "El último decreto se firmó desde mayo hasta el 31 de diciembre. Como se viene haciendo siempre dependés de la buena voluntad del Ejecutivo, por eso impulsamos que se apruebe en el Congreso Nacional una norma".
Fiochetta remarcó que lo que se busca es que el vino espumante tenga el mismo tratamiento que el vino y no pague impuestos internos.
“El decreto es un solución que hoy puede servir, pero la situación ideal es que salga por ley”, explicó Fiochetta.
Por su parte la diputada Nacional por el PRO, Susana Balbo, manifestó que se está trabajando con el Gobierno Nacional y las "posibilidades son muy altas" de que esta semana haya novedades al respecto, pero al igual que su colega de la UCR, insistirán con la ley, aunque ya sería para 2017.
Los legisladores por Mendoza quieren que el tratamiento de este proyecto pueda darse antes de fin de año, al menos en la cámara de diputados, para que a más tardar cuando en 2017 se trate la reforma impositiva definitiva del Gobierno Nacional se incorpore el tema de los espumantes.
De esta forma, oficialmente se espera que se anuncie en el transcurso de esta semana y antes de que se trate el presupuesto nacional durante las sesiones de la semana que viene.
Proyecto de ley
La norma que está esperando tratamiento en el Congreso Nacional, y que lleva la firma de todos los legisladores por Mendoza, establece eximir a los vinos espumantes de la alícuota del impuesto interno.
La iniciativa alcanza a las bodegas cuyas inversiones anuales -comprendidas entre el 1° de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2021- no resulten inferiores al 12% de sus ventas de espumantes por año. La exención será progresiva hasta que, en 2022, se llegue a la derogación definitiva.
Dentro de los fundamentos, el texto que elaboró Borsani, manifiesta que “el desarrollo del segmento de vinos espumantes, ha sido el de mayor dinamismo de la industria del vino en la última década, creciendo de una venta total de 2,5 millones de cajas en el 2006 a 5,4 millones en el 2015, con una tasa de expansión anual del 9,6%. El gran dinamizador del vino espumante fue el mercado interno que, salvo la caída experimentada en el 2010, muestra un crecimiento constante, en especial en los últimos años”.
Y agrega que “existe un sustancial incremento del número de bodegas que participan del mercado. En el 2005 existían un total de 57 empresas y en el 2015 la cifra se duplicó hasta 101 empresas, lo cual revela que el fenómeno dejó de ser sólo aprovechado por unas pocas firmas sino que se generalizó en la industria”.
La exención del impuesto a cambio de un flujo de inversiones constante por parte de la industria, asegura el proyecto de ley, consolidará en los próximos 5 años el proceso que logró promover la inversión y disminuir la crisis del sector vitivinícola.
Al tiempo que, la derogación definitiva del gravamen, que operará recién en 2022, busca eliminar distorsiones en el mercado derivadas del hecho que sólo este producto de la cadena quede gravado frente a productos que compiten como vinos tranquilos de precios iguales o superiores y bebidas sustitutas como los aperitivos.