Contra todos los males de este mundo. Independiente está último en la tabla de posiciones, comienza a mirar el promedio otra vez con cierto resquemor (es que ganó sólo un encuentro de los últimos once que disputó) y tiene, además, una lucha cuerpo a cuerpo todos los días desde lo institucional y con sus flacas arcas. Da pelea en todas las áreas. Dentro y fuera del campo de juego. Por ahora es más lo que pierde de lo que gana. Sin embargo sigue firme y de pie.
En los futbolístico, el Profe Córdoba avisó que estas primeras fechas van a ser de ensayo, a prueba y error. Ya puso en cancha un 4-3-3 de muy pobre rendimiento en Lomas de Zamora. Error. Por eso es borrón y cuenta nueva. Ahora sale a la cancha el 3-4-1-2 con cinco variantes con respecto a aquel que cayó ante el Milrayitas dejando una imagen para el olvido. El hincha cruza los dedos para que en esta oportunidad haya más aciertos que en el primer once titular.
Bustamante, de buen partido ante el Tomba por el Torneo Vendimia, por primera vez será titular. Agüero y Silva completan la línea de tres defensores. Los cuatro volantes no escapan demasiado de la lógica: González por derecha, Aguirre por izquierda y Dolci-Villarreal conformarán el ‘doble cinco’. Pitu Abelairas parado como enlace (el mismo Pitu avisó cuando llegó que no está para hacer todo el andarivel y le sentaría mejor pararse como enganche). Pereyra y Gautier, la dupla ofensiva. Cada uno en sus puestos, sale un once más natural que el primero del Profe. Habrá que verlo en cancha, donde habrá que poner un poquito más. El equipo deja todo pero esta tarde hay que poner un poquito más. Hay que salir de la malaria y no permitir que Independiente llegue a las últimas fechas angustiado por el promedio.