LeBron James tuvo otra noche mágica. Si bien a Cleveland no le va del todo bien en la temporada, el alero estrella del equipo sigue demostrando que es de lo mejor de la NBA. Anoche la rompió contra Minnesota Timberwolves y se anotó un récord más: es el máximo rebotero de la historia de la franquicia en fase regular.
Pero lo del hombre de Akron no fue sólo para la estadística. Porque todo un estadio deliró con el cierre del partido del crack. En tiempo suplementario, a falta de 3 segundos, le bloqueó un disparo a Jimmy Butler que podría haber definido el partido. Y no sólo evitó la caída, porque con un segundo en el reloj, recibió la pelota, dio media vuelta y inclinándose hacia atrás sacó el remate ganador, que ya no tuvo respuesta. Fue 140-138 sobre los Timberwolves.
James terminó con 37 puntos, 15 asistencias y 10 rebotes en 48 minutos, sumando su triple doble número 64. Así llegó a 5.907 rebotes y pasó a Zydrunas Ilgauskas en la lista histórica de Cleveland en fase regular.
LeBron es, para los Cavaliers, no sólo el hombre que le dio el primer título a la ciudad. También lidera las estadísticas en puntos, rebotes, partidos, minutos jugados, tiros encestados, tiros intentados, dobles, triples, libres, rebotes defensivos, asistencias, robos, pérdidas, triple dobles y victorias, entre otras cosas. Impresionante.
Para Minnesota, Butler firmó 35 puntos y Karl-Anthony Towns añadió 30 antes que James se cargara el partido al hombro.
Los Cavs habían perdido sus ocho partidos televisados previos esta campaña, por lo que James dijo la semana pasada tras una paliza que les propinó Houston que los encuentros del equipo ya no deberían ser transmitidos.
J.R. Smith agregó 20 unidades e Isaiah Thomas metió 13 puntos y repartió siete asistencias en uno de sus mejores partidos en semanas.