Sportivo Balloffet encendió la alarma un par de fines de semanas atrás. El equipo sureño no jugaba su partido por no pagar el operativo de seguridad. La situación les tocaba de cerca a varios clubes del Federal B y ni que hablar de los que militan en el torneo doméstico únicamente.
Ninguno pretendía ser el “nuevo Balloffet” y le propusieron al presidente Carlos Suraci tomar cartas en el asunto. Saben que a cualquiera le puede pasar.
En un principio parecía que la adhesión era importante y que alguna determinación tajante debía salir de Garibaldi 83. La luz roja estaba encendida y había despertado gran interés la reunión de ayer. Pero todo quedó en un nuevo amague, como ya había sucedido hace un par de años atrás.
Uno a uno fueron llegando los titulares de los distintos clubes, fueron tomando asiento en la mesa redonda y allí cada uno fueron exponiendo sus distintas versiones.
Rápidamente se vislumbraba que no era tan masivo el apoyo a la medida y que nada severo iba a suceder. La parte dura, que encabezaba Independiente Rivadavia, quería ir al paro y algunos de sus adeptos también solicitaban que la provincia debía aportar la ambulancia en cada uno de los estadios y hasta la revisión médica de todos y cada uno de los futbolistas federados a la Liga Mendocina de Fútbol.
Maipú, Palmira, Guaymallén, Argentino, Andes de General Alvear, Fundación Godoy Cruz, Andes Talleres, Fray Luis Beltrán, Club Empleados de Comercio y Montecaseros se alinearon detrás de las pretensiones del Azul.
Por el otro lado, estaban los que entendían que nada se iba a solucionar con el paro, los que temían a la dureza de la sanción que podía llegar desde el Consejo Federal o el Comité Ejecutivo de AFA ante tamaña postura y los que preferían mantener una mesa de diálogo.
Este bando lo lideraba Gimnasia, junto a Gutiérrez, Godoy Cruz, San Martín, Huracán Las Heras y Leonardo Murialdo. Lavalle, Platense, Boca El Bermejo y Banfield estuvieron en la mesa pero no emitieron opinión. Luján y Algarrobal no se hicieron presentes.
Suraci advirtió que apoyaría lo que decidiese la mayoría. Pero para una medida de tamaña envergadura no había que tener tantos titubeos. “Hay que establecer prioridades, no tenemos plata para pagar la Policía pero sí para pagar jugadores, cuerpo técnico, Consejo Federal y árbitros; es una incoherencia absoluta”, despotricaba Beto Alonso, titular del Canario.
Cabe recordar que el actual gobernador, Francisco Pérez, fue el que por decreto decidió no pagar más los operativos policiales y que los clubes debían hacerse cargo de la seguridad del espectáculo.
Algunos, anoche, pretendían elevar una propuesta al gobierno provincial para que se analice la posibilidad de gestionar un subsidio de acuerdo a la categoría que milite cada institución para de esta manera ponerle palos fríos a la situación, Lo cierto es que todo quedó en un veremos.
La Liga llevará, por medio de su presidente, esta lista de peticiones para que desde el Gobierno le hagan al menos un guiño. De no obtener una respuesta positiva, el lunes hay nueva reunión en calle Garibaldi.