Recibe Cristian Jofré por izquierda, deja un hombre en el camino, elude a otro y saca un centro hermoso a la cabeza de Germán Gigena, quien estaba sólo, pero cuando digo sólo ¡es solo! La platea se levantó, preparó su garganta, siguió el vuelo del balón con atención, cuando el parietal derecho del delantero estaba por impactar el balón, la boca de todos los hinchas Cruzados se llenó de gol. Era el empate.
Pero, como si fuera un cuento de brujas (no existen, pero que las hay, las hay), el ex Desamparados, le erró al balón. ¡Increíble! Inmediatamente, los plateístas Cruzado miraron el cielo y exigían una explicación. ¿Qué le pasa a este equipo que le cuesta definir estos partidos denominados “chivos” en su casa? Repasemos, en la primera rueda, llegó a la 5ta. fecha puntero con Talleres (Cba) y perdió 1-0.
En la segunda ronda, hace exactamente tres fechas, recibió a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo. Cayó 1-0 y esto provocó la salida de su DT Andrés Villafañe y de una de sus máximas figuras: Lisandro Sacripanti. Borrón y cuenta nueva. Llegó Sergio Scivoletto y el equipo cambió su cara. Dio el batacazo en la Docta, derrotando a la “T” 1-0 y luego empató en su visita con Tiro Federal 1-1.
Ayer, recibía al siempre complicado Juventud Unida de San Luis, ambos llegaban escolta con 23 puntos a tres fechas del final de la fase clasificatoria. Era una final. El que ganaba, tenía un pie un pie en la próxima fase.
Sin embargo, el equipo no respondió desde lo futbolístico y se quedó con las manos vacías. Y como si esto fuera poco, ganó Defensores de Belgrano su partido y por ahora, el Cruzado quedó afuera de la zona de clasificación. Sin dudas, que le cuesta jugar estos partidos en casa a Maipú. Todo equipo que se le cierra atrás y no le deja espacio lo lastima. Carece de un creador nato de juego y lo siente mucho el equipo Botellero.
Sumado a que no tiene suerte, no liga. Porque si ese remate de Jofré que reventó el palo a los 10 minutos, hubiese entrado, otra hubiese sido la historia. Pero, no. No hay caso, todo le cuesta el doble. Coria, Gigena y Poblete desgarrados, más Benítez con un esguince de tobillo, marcan la senda de la mala suerte por la que atraviesa el “Súper Depor”.
¿Mereció ganar el equipo puntano? En líneas general fue superior. Tiene un plantel más largo y con mayor recambio. Aprovechó al máximo su potencial. Así llegó el único tanto del partido. Golazo de tiro libre de Marcos Fernández.
Tristeza y preocupación causó la derrota. Sin embargo, en esta oportunidad, el público reconoció el esfuerzo de sus jugadores, quien fueron con alma y corazón a buscar el milagro, el cual, nunca llegó.