Osvaldo Peinado (52) es mendocino, pero hace 25 años vive en el exterior. Si bien su trabajo lo ha llevado a viajar por distintos puntos del mundo, hoy su "campamento base" está en Munich (Alemania).
Este ingeniero en Computación y doctor en Ciencias Espaciales especializado en Satélites de radar es sin duda alguna el mendocino que más sabe del espacio.
Porque trabajó para la NASA, y porque desde hace 10 años trabaja para la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés). De hecho, representa a la ESA en la NASA.
“La verdad es que nunca se me había cruzado por la cabeza conocer astronautas, fue de casualidad”, sintetizó sin rodeos al momento de repasar el recorrido que lo llevó a donde se encuentra hoy.
“Pero hace 25 años trabajo con ellos, y he pasado por todos los cambios que ha habido” agregó durante la mañana de ayer en una charla sobre Gestión y comunicación de proyectos altamente complejos, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.
“En el espacio, te das cuenta de que en la Tierra no hay fronteras. Somos un sólo mundo; hay excepciones a los problemas internacionales. Es cierto que hay diferentes países, y cada uno con su presión política. Pero la perspectiva es que hay un único mundo”, resumió con mucha simpleza y humildad.
El objetivo de la primera misión con seres humanos a Marte para 2035, lo avanzado -y riesgoso- de la Inteligencia Artificial en la actualidad y la colaboración y retroalimentación de la NASA en el cine y en la literatura fueron otros de los temas abordados por el científico.
De Mendoza a Munich
En 1995 y ya con todos sus pergaminos, Peinado dejó Mendoza (al menos como su lugar de residencia). “Cuando me invitaron a Alemania, estaba trabajando en un software y me llamaron para una reunión en la que necesitaban un traductor de alemán. Así empezó todo, casi de casualidad”, destacó entre risas ante un grupo de estudiantes.
Su arribo a la NASA también surgió como una invitación, "en un buffet" (según sus palabras). "No es algo fácil. Tenés que aprender otro idioma primero, pero también otra cultura", sintetizó.
Su base en el colegio Pablo Nogués y el haber empezado a dar clases de computación a los 14 años también forjaron su presente. “Me fui a Alemania porque era la única persona que conocía el sistema operativo Unix”, acotó.
Tras su doctorado, Peinado volvió al país. "Estuve 4 meses acá, en Córdoba y en Buenos Aires. Y me trataron pésimo. Me vieron como si fuese competencia, y me decían directamente que no les convenía darme trabajo, que sabía mucho", resumió.
Todos somos uno
La cooperación es la clave; en la NASA, en la ESA y en todo lo que hace a la labor de Peinado. “Hablar mucho y escuchar a la gente es fundamental, porque cada uno tiene sus intereses; y suele haber mucho dinero en el medio. Entonces hay que tratar que cada uno coopere con el otro, más allá de cómo quiera hacer las cosas cada país. China y Rusia, por ejemplo son muy verticalistas y es muy difícil. Tienen planes muy concretos y a veces a ellos mismos les cuesta decidir”, se explayó.
Y hasta ejemplificó con una situación tensa que le tocó vivir junto a 3 astronautas rusos y 3 estadounidenses con quienes trabajaba. "En medio de un almuerzo, a los estadounidenses les llegó un mail del ex presidente, Barack Obama, donde les avisaban que ya no trabajaban más con los rusos. Entonces interrumpieron el diálogo, y yo tuve que hacer de mediador y pasarle los mensajes a los rusos. A los segundos, el presidente ruso, Vladimir Putin, mandó un mensaje a sus astronautas donde les decía que si ya no trabajaban más juntos, Estados Unidos iba a tener que mandar de vuelta a sus astronautas. Tuve que mediar, y los rusos y estadounidenses enviaron mails donde informaban que si no trabajaban juntos se acababa la misión".
“No se trata sólo de entender idiomas, sino también de entender las culturas. Cada país tiene sus costumbres, sus tradiciones. Y se aprende estando en el lugar”, destacó el doctor en Ciencias Espaciales.
Peinado sabe que la dedicación de su trabajo es 'full time. "Me han llamado a las 3 ó 4 de la mañana a raíz de un problema en el espacio. He recibido, por ejemplo, una llamada desde Houston donde me dicen que tenemos 4 minutos para resolver una evacuación. Y son solo 4 minutos que tenés para tomar una decisión, tenés que estar en frío. Después, cuando cortás, suele ser difícil volver a dormir. Te quedás pensando si hiciste bien", sostuvo con una sonrisa.
Marte 2035
Desde hace casi una década, el científico está abocado a una meta que, aunque suene lejana; está a menos de 17 años. Se trata de la Misión Marte 2035, la primera misión que llevará seres humanos al planeta rojo. “Ya hay muchas misiones a Marte, pero con robots. Este año hay una, y estamos coordinando 12. Pero con personas sería en 2035, aunque depende de cuánto dinero haya. El mayor problema es económico, no tecnológico”, destacó.
De hecho, la NASA está construyendo un Gateway detrás de la luna, que estará terminado dentro de 3 ó 4 años. “Está la idea de hacer un 'hotel' para turistas. Hoy ya está la posibilidad de viajar al espacio y la ofrecen algunas empresas, sólo hay que contar con 23 millones de dólares, y someterse a un entrenamiento de 3 meses en Rusia”.
La Inteligencia Artificial es algo cotidiano en el día a día de Peinado y de la NASA. "Es algo espantoso y, de hecho, Terminator ya no es solo una película", destacó el ingeniero.
“Hoy se aplica la Inteligencia Artificial para que, si hay un precipicio, el robot actúe por sus medios. Muchísimos robots no sólo se mueven solos, sino que tienen más y mejor reacción que una persona. Cualquier Inteligencia Artificial que sea lógica va a deducir que el ser humano es algo peligroso para el planeta; por eso digo que Terminator ya no es una película”, insistió.
Y explicó que hoy los misiles y hasta los autos se manejan con IA. "Se da el debate de los robots reemplazando al humano en distintas labores, y si tengo que dar mi opinión, no lo veo como algo bueno".
La NASA en Hollywood y en la literatura
Según destacó Peinado, el aporte de la NASA es enorme, y muchos de sus inventos terminan aplicándose a la cotidianidad con el tiempo (los termómetros bucales o las suelas de goma en los calzados, por ejemplo).
"Actualmente, las películas de Hollywood sobre el espacio están hechas con el asesoramiento de la NASA, para que las cosas que se muestran sean verdaderas. Y no sólo eso, sino que una vez al año la NASA también hace un encuentro con escritores de ciencia ficción, por lo que muchos de los libros actuales no son tan ficticios. Y muchas veces la NASA también toma idea de los autores", sintetizó.
Perfil: Osvaldo Peinado
Edad: 52 años.
Profesión: Ingeniero en Computación y doctor en Ciencias Espaciales.
Egresado del colegio Pablo Nogués, ingeniero en Computación (Universidad de Mendoza) y Dr. en Ciencias Espaciales (Universidad de Munich), especializado en Satélites de radar.
Trabajó para la NASA y desde hace 10 años trabaja para la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés).
Además, representa a la ESA en la NASA.