Su visita siempre despierta curiosidad. “Toc-Toc” y el unipersonal “El Bululú” fueron algunas de las obras con las que recaló en nuestra provincia. Y ahora, Osqui Guzmán viene en calidad de maestro.
Junto a su compañera de vida, la actriz Leticia González son los artistas invitados que conforman la grilla de la séptima edición del Festival de Cine Mirada Oeste, en donde dictarán un taller de Improvisación Teatral.
A punto de culminar la gira con el éxito teatral “Toc Toc”, el actor, director y dramaturgo está en crecimiento constante y es uno de los artistas referentes del teatro nacional.
“Hace 15 años que hacemos teatro juntos con Leticia. Trabajamos juntos esta clínica y fuimos descubriendo de qué manera ajustarla a la visión que tenemos del teatro. En esa constante doble lectura del teatro creado en el momento y el planeado, ensayado, enlatado. Ahí encontramos un puente muy claro para continuar este entrenamiento. No solo le sirve al que se dedica a la improvisación, si no al que hace teatro”, afirma Guzmán sobre su proyecto junto a la actriz que tendrá dos jornadas (hoy y mañana) en Mendoza.
Y en este juego de la espontaneidad, de crear con la platea un nuevo momento, único y genuino, es su rescate como actor de la improvisación.
-En Mendoza la improvisación se instaló como un subgénero dentro del teatro, ¿qué rescatas de la técnica?
-En Buenos Aires también está instalado como una alternativa de teatro. Ni siquiera del circuito off. Si no una alternativa diferente de ver el teatro, ya
que son piezas armadas, realizadas delante del espectador. Es el mayor atractivo de la improvisación. De alguna manera es parte de lo que se va sellando en escena. Por eso la sostengo... despierta para mí un puente natural genuino y esencial. Una relación única del artista y el espectador. Ellos son los que conforman el teatro del momento, no el que debería ser ni el teatro que fue.
-¿Y la improvisación convive con vos más allá del proceso creativo?
-Sí. Como parte del proceso creativo y después en las funciones sigo improvisando. Porque lo que genera la técnica en el trabajo del actor es un trabajo muy sutil y constante sobre su presente.
Entonces por más que yo sepa sobre la rutina, como es en la vida cotidiana, en el teatro es lo mismo. Uno descubre en ese momento junto con el espectador la obra. Esa disposición es lo que la improvisación le deja como entrenamiento esencial al actor y es lo que le da valor al trabajo del actor.
Esa espontaneidad no le quita un estudio de la estética y conceptualidad al trabajo. Parece que lo espontáneo no tiene ningún criterio y no es así, de ninguna manera. Los hechos espontáneos son los que nos marcan, el primer beso. Son momentos que uno guarda algo que le paso y no lo olvida más.
Actor desde las entrañas
Aunque la popularidad para Osqui Guzmán llegó por su participación en proyectos televisivos como "Hermanos y detectives", "Mar de fondo" y "La liga", entre los más recordados, el teatro es su espacio de acción, donde pone al servicio toda su creatividad y virtuosismo.
Y lo afirma con su derrotero teatral; cinco años en cartel con “El Bululú”, la adaptación del unipersonal de José María Vilches, y la obra que escribió y dirige “El centésimo mono”, son parte de los proyectos en el presente.
-En el oficio, ¿cuál es la tarea que más disfrutás?
-Hace mucho tiempo hablando con Mauricio Kartun sobre el tema, porque me atormentaba el hecho de que soy actuar, y necesitaba escribir y dirigir. ¿Por que necesito hacerlo? Y el me decía que esto es el trabajo del teatrista. Es el especialista de las tareas del teatro. Me dijo: que no me quite el sueño y que acepte eso que nace en mí, porque no sabemos donde termina esto.
De hecho, ahora con Leticia estamos empezando un nuevo trabajo, yo dirigiendo y ella actuado, junto con dos actrices. La inserción en cualquier ámbito del teatro me es sumamente satisfactoria y placentera. Mirar el teatro desde cualquier lugar.
-¿La televisión no ofrece ficciones atractivas para el actor?
-Algunos si son atractivos, otros no. La televisión es aleatoria, hay elencos que prometen y después no va bien, no lo ve nadie. La televisión juega un poco a la lotería con eso. En ese sentido se transforma poco atractiva como oferta. Sin embargo siempre uno tiene la posibilidad de aportar un grano de arena. Yo creo en eso. A veces uno hace un personaje chico, pero que pega un montón y los productores te tienen en cuenta.
Ahora hay un espacio muy interesante que es el espacio del Incaa con las producciones independientes. Creo que esos son los espacios que hay que aprovechar, los lenguajes nuevos, para encontrar actores nuevos, lenguajes visuales. Me parece que eso amplió y le torció un poco el brazo a la televisión de hoy. El público puede encontrar otras propuesta y no encasillarse en ver a una actriz o ficción. También las series norteamericanas le generó una competencia importante e hizo que el público sea independiente.
-¿Tenés algún proyecto en televisión?
-Lo que estuve haciendo y se está dando por el interior del país. Se llama “Una familia que aguanta”, es una serie de 18 capítulos de ocho minutos que hicimos con Jorgelina Aruzzi. Es una suerte de comedia, que cuenta las vivencias de una familia que se muda al interior del país. Es diferente, nueva, que está teniendo buena repercusión. También que la gente siga una serie por Internet. Creo que los espacios se están amoldando a los consumidores.
-¿Y en cine?
-A fin de año se estrena la película “PH” sobre Malvinas. Somos cuatro hombres esperando la llegada de los ingleses. Es interesante porque cuenta la relación de los personajes. Ellos no entraron en guerra, si no que daban la ubicación de cada barco que pasaba por el canal de Beagle.
La ficha
Taller de Improvisación teatral. Previa Festival Mirada Oeste
Con: Osqui Guzmán y Leticia González.
Días: hoy y mañana.
Lugar: auditorio de la B+M (Tomba 54, Godoy Cruz).
Cupos: agotados.
