Oscar Martínez no para de recibir premios por su protagónico en "El ciudadano ilustre". El año pasado obtuvo en Italia la Copa Volpi al mejor actor y este año el Premio Sur al mejor actor protagónico, a los que ahora viene a sumarse el Premio Platino como mejor actor que obtuvo este sábado en Madrid.
La película, que por su parte ya había obtenido un Premio Goya en España, un Ariel en México y un Premio Sur en la Argentina, también se llevó el sábado el Platino como mejor película iberoamericana de ficción y le valió además la estatuilla al mejor guión a Andrés Duprat, hermano de Gastón Duprat, uno de los directores de la película junto a Mariano Cohn.
Fue un éxito verdaderamente arrasador en la cuarta gala de estos premios, que aspiran a convertirse en el Oscar del cine iberoamericano y cuya primera entrega fue en Panamá en 2014, en tanto que la del año próximo está prevista en la Riviera Maya mexicana.
"Es un personaje hecho a mi medida", dijo Martínez en una charla posterior a la ovación de pie que recibió al subir al escenario, sobre su papel de Daniel Mantovani, un escritor que se hace famoso en Europa y regresa al pueblito bonaerense donde nació después de haber ganado un Premio Nobel.
“Cuando leí el guión me sentí involucrado desde el primer momento. Sentí que entendía a ese personaje de manera cabal porque, seguramente, tiene mucho de mi. Si bien yo no soy tan extremo como él, lo comprendo, entiendo su neurosis, sus fobias, su perfeccionismo, sus temores. Lo entendí perfectamente desde el primer día”, dijo Martínez.
-¿Por qué cree que personas de tan diversos países se identifican con su personaje?
-Yo creo que la película tiene un alcance universal, que más allá de ser un tema propiamente argentino afecta a todas las nacionalidades por igual. Y más allá de subjetividades, cuando un personaje está hecho con verdadera dimensión humana, conmueve independientemente del lugar donde uno haya nacido o del idioma que hable.
-Pero la película no deja de reflejar situaciones que son muy argentinas...
-Sí, la película es argentina pero trasciende el costumbrismo, el mero pintoresquismo superficial. Y por eso se vuelve universal, a tal punto que en Italia me decían “parece una película italiana, esto puede ocurrir acá”. Lo mismo en España.
-Y es quizá esa trascendencia la que le permitió a la película tener una carrera internacional tan espectacular...
-Por supuesto. Los seres humanos, más allá de su identidad cultural, no difieren tanto. Las pasiones, las envidias, los resentimientos, el fanatismo, el chauvinismo, no son propiedad de los argentinos, de los españoles ni de los italianos. Y creo que la película tiene eso, es honda y muy diferente. Y por eso funcionó tan masivamente.
¿Qué parte hay de su faceta como dramaturgo en el escritor que interpreta en el film?
-Debe haber mucho, porque yo escribo y siempre me sentí muy seducido por la trastienda del escritor, por el oficio, los rituales, las manías, las neurosis. Tengo muchos libros acerca de eso. Por eso me sentí tan identificado con el personaje apenas leí el guión.
-¿Cómo fue el contacto con los directores cuando le ofrecieron el papel?
-Gastón Duprat me dijo el primer día: “Estamos escribiendo un guión para vos desde el año 2011, es un papel que no podría hacer ningún otro actor. Yo no lo conocía y pensé: ‘Qué presuntuoso este pibe’. Pero cuando leí las dos primeras páginas ahí vi que tenía razón, que el personaje era un traje a medida. Siempre sentí eso.
-¿Piensan trabajar juntos nuevamente?
Es muy probable, me encantaría, y además hay proyectos que vamos a intentar trabajar juntos de vuelta. Yo ahora tengo otros proyectos en España y en Nueva York, donde estoy filmando una coproducción entre Estados Unidos, México y Bolivia dirigida por Rodrigo Bellot, un director boliviano que vive en los Estados Unidos hace muchísimos años y estudió cine allá. Es un libro muy hermoso y el título es “Tu me manques”, que en francés significa “te extraño”.
Más argentinos
Además de estar nominada, Natalia Oreiro fue una de las conductoras de la gala que tuvo lugar en la Caja Mágica, el superestadio madrileño dedicado especialmente al tenis, junto al español Carlos Latre.
La uruguaya no sólo brilló en la conducción sino que además fue le encargada de abrir el show musical con el tema “Garota de Ipanema”, luciendo un elegante vestido rojo.
Otro de los invitados estelares fue Abel Pintos, que también cantó uno de sus temas en el escenario.
Luisana Lopilato, Joaquín Furriel, Eva de Dominici, Juan Minujin, Darío Grandinetti, Flavia Palmiero -que acompañó a su pareja Luis Alberto Scalella- y Micaela Breque junto a su pareja, el pianista James Rhodes, fueron otras de las figuras argentinas que pisaron fuerte en la alfombra roja.
Los que sí y los que no
La película “El ciudadano ilustre” superó a los dos títulos que la crítica especializada daba como favoritos: “Julieta”, de Pedro Almodóvar, y “Neruda”, del chileno Pablo Larraín.
Almodóvar, por su parte, sí se llevó la estatuilla como mejor director, lo mismo que Alberto Iglesias, el creador de la música original de “Julieta”.
En el rubro Mejor actriz también partía como favorita la argentina Natalia Oreiro por su protagónico en “Gilda”, pero finalmente la estatuilla recayó en la brasileña Sonia Braga, espléndida a sus 67 años, por su protagónico en “Aquarius”.
Otros argentinos que se quedaron sin premios fueron las películas “La luz incidente”, de Ariel Rotter, que aspiraba a tres galardones, y “El marginal”, que peleaba como mejor serie de tevé en un rubro en el que resultó ganadora la cubana “Cuatro estaciones en La Habana”.
Los directores
Mariano Cohn y Gastón Duprat subieron al escenario a recibir el premio a la mejor película acompañados por Oscar Martínez y el productor Fernando Sokolowicz.
“Estamos muy contentos porque fue un proceso largo y difícil, de más de cinco años, pero valió la pena. No nos imaginamos que un tema tan argentino podía traspasar nuestras fronteras y gustarle a personas de tantos países diferentes”, afirmó Duprat, cuyo hermano Andrés había subido poco antes al mismo escenario a recibir la estatuilla como mejor guionista.
Por su parte, visiblemente emocionado, Cohn le dedicó el premio a su hermano Alejandro, “que trabajó en varias de nuestras películas y hace dos años fue víctima de un crimen brutal. Nunca voy a dejar de pensar en él y en pedir justicia por lo que le pasó”.
Próximos proyectos
En el próximo proyecto que planean, Cohn y Duprat ya no serán una dupla de directores sino que, por primera vez, separarán sus roles y uno solo de ellos (Duprat) oficiará de director y guionista, mientras que Cohn se ocupará de la producción.
La película llevará por título “Mi obra maestra” y, según contaron ellos mismos “se trata de una comedia muy ácida sobre el mundo del arte, que narra el encuentro entre un galerista y un artista plástico que organizan una gran estafa” y que estará protagonizada por Guillermo Francella y Luis Brandoni.
El rodaje de “Mi obra maestra” comenzará probablemente el mes próximo en Buenos Aires y es la primera de una lista de películas que vienen proyectando y en las que tendrán funciones separadas.
La segunda será “4x4”, que dirigirá Cohn y producirá Duprat, en la que prevén explorar el universo de la seguridad y la inseguridad en la sociedad argentina, “un tema que todavía está pendiente en el cine que hacemos en el país”, dijo Cohn.
“Estoy buscando a los actores, pero es una película más oscura, que podría enmarcarse dentro del género de películas de ‘encierro’. Está inspirada en un hecho real ocurrido en la provincia de Córdoba y cuenta la historia de un hombre que, cansado de los robos, decide armar una camioneta 4x4 para que sirva como una trampa para atrapar ladrones”, afirmó Cohn.
