Los vehículos aéreos no tripulados, más conocidos como drones, están instalando una verdadera revolución en el agro mendocino. Testigo de este cambio de paradigma a la hora de curar efectivamente los cultivos, está la firma Agrovants, gerenciada por Oscar Irusta su fundador y actual presidente.
-¿Cómo surgió la idea de ofrecer el servicio de fumigación con drones?
-Comenzamos trabajando con agricultura de precisión usando imágenes satelitales para estudiar el estado de vegetación des los campos. Con el tiempo se empezó a utilizar estas imágenes y reemplazar los satélites. Y desde hace dos años se desarrollaron estos drones de fumigación cuyos pioneros están en Oriente con China y Japón. Esta tecnología nos da la posibilidad de hacer fumigación y fertilización variable en cultivos como la vid donde hoy en día con los tractores y yendo surco por surco es muy difícil realizarla. En Mendoza hay más de 160 mil hectáreas de vid y alrededor de 50 mil más de producción de hortalizas entonces creemos que es un producto que va a colaborar en la mejora de la producción local.
-La fumigación con drones, ¿sirve para todos los cultivos?
-Así es. Los drones prosperan en los cultivos de la zona Cuyo donde no hay grandes extensiones como sí la tienen la soja, maíz o trigo.
-¿Por qué los drones son útiles en los cultivos locales?
-Porque trabajan con una gran precisión pero en superficies pequeñas. Los drones pueden fumigar hasta 20 hectáreas por día. En las zonas donde tenés viña de 40 hectáreas o productores de tomate que tienen 5 ó 6 hectáreas en zonas muy cercanas de población y rodeadas de escuelas rurales, hoteles y bodegas con este tipo equipamiento nadie se ve afectado.
-¿Ya están trabajando en el campo mendocino?
-Sí, la fumigación depende del tipo de aplicación a realizar. A veces hay que hacer varios vuelos por hectárea donde tenés que aplicar con distintas densidades y hay otras oportunidades donde con una sola pasada es suficiente. Puede variar pero los precios fluctúan entre los USD 50 a USD 100 por hectárea. Es más económico este sistema si tenés que considerar el gasoil las horas de operario, con mochilas las horas de campo que tenés que aplicar en el campo bombeando la mochila.
-Las prestaciones de esta tecnología, ¿tienen algún tipo de desarrollo local?
-Los equipos son todos importados, en el país no hay nadie que lo produzca, lo que se hace es ensamblar partes. Lo que sí podemos mejorar son los métodos de aplicación de acuerdo a los cultivos que tenemos en nuestro país.
-¿Hay productores que ya usan esta metodología en la provincia?
-Tenemos clientes en el oasis Norte, Valle de Uco y el Este. Estamos trabajando en aplicaciones para girasol, tomate cebolla, zapallo, ajo, frutales. A su vez estamos haciendo ensayos con nogales, maíz y todo lo que es vitivinicultura. Con los productores vitícolas queremos empezar el ciclo nuevo del 2018 con las fumigaciones para combatir la polilla de la uva desde épocas tempranas cuando el parral o los espalderos está recién creciendo.
-A propósito, ¿qué demandas tiene el productor local?
-Desde la aplicación de herbicidas para preparar la tierra y empezar los cultivos hasta el control de plagas, hongos, insectos que afectan a los cultivos en todas las etapas de producción. En el caso de Mendoza si vas a las estadísticas en el 2016 se perdió el 40% de la producción de uva, esa producción no sirvió ni para vino ni exportación, ni para vender. En tanto afectó en un 30% las hortalizas con el incremento de las lluvias promedio anual.
-¿Y en esos casos cómo se trabaja?
-Cuando está anegado la tierra por las lluvias, los tractores no pueden entrar al campo a fumigar y los hongos atacan a los tomates, por ejemplo, entonces hay que esperar que se seque el campo y por ahí se tarda una semana y viene otra lluvia y al final se pierde la producción. En el caso de los drones pueden fumigar con el terreno embarrado, mojado o directamente inundado.
Perfil
Oscar Irusta (51) es casado. Hace treinta años que está dedicado a los sistema de información geográficos aplicados a la agricultura de precisión. Su trayectoria dice que se formó en procesamiento de datos de imágenes satelitales.
Además de ser presidente y fundador de Agrovants, trabaja hace 25 años como asesor de empresas multinacionales de exploración minera, petrolera y de estudios ambientales.