Oscar Aguad asume hoy como ministro de Defensa de la Nación. Reemplazará a su correligionario Julio Martínez, quien peleará por una banca de senador por su provincia, La Rioja.
El cordobés dejará, a su vez, el Ministerio de Comunicaciones, que se fusionará con el de Modernización.
En diálogo con Los Andes repasó los logros de su actual gestión, no descartó que vaya a remover a la cúpula militar y vaticinó que Cambiemos ganará las elecciones.
Abogado de 67 años, ex diputado de la Nación y ex funcionario de gobierno, Aguad, uno de los radicales más cercanos al presidente Mauricio Macri, afirmó que “el ejército tiene un diseño que es del siglo pasado” y resaltó que hay que dotar de tecnología a las Fuerzas Armadas.
La lenta recuperación
-La economía tiene algunos problemas o no ha despegado como se esperaba. Al Gobierno puede resultarle difícil sacar un buen resultado en las elecciones.
-Los que creen que la economía argentina puede despegar de un año al otro no tienen idea. La inflación, la desocupación, la pobreza, el gasto público exacerbado y la presión impositiva asfixiante son consecuencias, no son la causas de nada. La Argentina no tiene un problema monetario, sino productivo, desde 1983. Desde entonces, al país le faltan entre 20 y 25 mil millones de dólares cada año. Y eso es riqueza no creada. Este gobierno tiene como objetivo fundamental crear la riqueza que el país no ha creado en los últimos 70 años. Y está en buen camino.
-Pero en las elecciones las pasiones juegan en el terreno de lo tangible y del corto plazo. Los ciudadanos esperan estar mejor y no lo están...
-Más allá de las elecciones, hay más de un 50% de los argentinos que están dispuestos a no volver para atrás. La gente se da cuenta de que hay un gobierno que efectivamente esta produciendo un cambio, que le habla con la verdad, que no le miente, que no hay corrupción, que está permanentemente en contacto con la realidad. Creo que vamos a ganar las elecciones y va a haber sorpresas en muchas provincias, donde muchos creen que no podemos ganar.
-¿En Córdoba?
-Veo muy bien a los cordobeses con el cambio, la pasión que despierta Macri en Córdoba es impresionante y tiene que ver con que la cordobesa es una de las sociedades más progresistas del país. En Córdoba la gente quiere progresar. Ahí se arraigó la famosa clase media argentina de los padres que trabajaban para que los hijos vivieran mejor que ellos. Esa conciencia no ha cambiado.
-¿Le gusta pasar a Defensa?
-Más allá de los gustos, es otro gran desafío, porque la Argentina tiene un diseño de un ejército del siglo pasado y tenemos que incorporarnos al mundo de la tecnología. Dimos los primeros pasos con Martínez (el ministro saliente) y lamentablemente, por falta de recursos económicos, aún no se ha concretado, pero se va a lograr con el tiempo. Las Fuerzas Armadas vienen con un período largo de desinversión. Ahora estamos dotándolas de recursos económicos para que puedan brindar el servicio de defensa que la Nación requiere, en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, de las fronteras para afuera. Hay una gran tarea de Defensa en el plano internacional, sobre todo con los países del Mercosur. Y otro gran objetivo que es el Atlántico Sur y la Antártida.
-¿Cambiará la cúpula de las Fuerzas Armadas?
-Después que asuma, el lunes, vamos a ver.
-Si tuviese que resaltar tres logros de su gestión en Comunicaciones, ¿cuáles serían?
-Toda la gestión estuvo enfocada en acciones tendientes a dinamizar un mercado que no era competitivo, debido al atraso del gobierno anterior en otorgarle espectro a las compañías y a la falta de inversiones. Por eso la Argentina es uno de los países más retrasados de la región en competitividad en telecomunicaciones. Hoy hay cuatro operadores telefónicos importantes, Telefónica, Telecom, Claro y Nextel. La irrupción de Nextel es un hecho auspicioso, porque el mercado está saturado. Nextel se abrirá paso en un mercado en que las otras tres compañías tienen cada una un 33% de cuota.
-¿Cuándo presentará la nueva ley de medios?
-Justamente, otro aspecto de la gestión es la elaboración de este proyecto de ley que saldrá en octubre y tendrá como fin regular el mercado y marcar las reglas de juego para los próximos 20 años. Otro punto es la mayor conectividad que logra Arsat (la empresa estatal que tiene los derechos exclusivos para operar y comercializar los satélites) en el despliegue de la fibra óptica en el país: de los 36 mil kilómetros de fibra óptica, 18 mil están operativos. La promesa de Arsat es que entre julio y agosto de 2018 tienen que estar conectados a internet 1300 pueblos de menos de 50 mil habitantes. El plan que todos los argentinos estén conectados a internet a bajo costo. La Argentina tiene un problema: su promedio de conexión a banda ancha es de 3 megas de velocidad; hay que llegar a 10 megas en 2019. Los países de la región ya están en 10 megas promedio.
-¿Cómo será la nueva ley de telecomunicaciones?
-Va a reemplazar a la ley de medios, tomando lo mejor de ella y desechando aquellos puntos relacionados con la guerra del gobierno anterior contra el Grupo Clarín. Está casi lista, pero hay que perfeccionarla porque hay que legislar para el futuro: hay operadores como Netflix, que son nuevas formas de uso de internet para ver televisión.