Mientras algunos terminan de ponerse al día con las nominadas, la edición 91 de los premios Oscar llega plagada de polémicas y contramarchas sobre la hora. Es que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood quiere revertir el escaso interés por la ceremonia y captar la atención de los esquivos espectadores. Ni siquiera habrá un conductor, aunque recordando los últimos, quizás sea un punto a favor.
La fiesta pasada dejó la peor marca de rating de la historia (26,5 millones de televidentes), por lo que el desafío es frenar la caída atrayendo a un variopinto público y agilizando una entrega que suele rondar las tres horas.
La serie de eventos desafortunados inició en agosto pasado cuando la Academia anunció que la ceremonia incluiría la categoría "mejor película popular", con el fin de condecorar a "esa de superhéroes que vieron todos" antes que a la última lanzada por un estudio indie. Por las duras críticas, la terna tuvo que ser cancelada, aunque su espíritu prevaleció.
Para la envidia de "The Dark Knight" (2008) o "Logan" (2017), el selecto grupo de las ocho nominadas a mejor película incluyó a "Pantera negra", una entretenida propuesta de la factoría Marvel, pero que ni siquiera es la más lúcida en su filmografía. No es un secreto a voces el lobby de Disney por posicionarla en justificación al impacto cultural de "Wakanda forever". Curiosamente, la adaptación está ausente en rubros centrales.
Similar es el caso de "Bohemian Rhapsody", que recaudó más de US$ 845 millones en el mundo. La película sobre los grandes éxitos de Queen asoma en mejor película, en mejor actor -gracias a la mímesis de Rami Malek como Freddie Mercury- y tibiamente en rubros de edición y sonido. Como en cada entrega de los Oscars, lo recomendable es prestar atención a las nominadas en guión original y guión adaptado.
La última de las polémicas amenazó con segregar la entrega de las estatuillas a mejor fotografía, edición, cortometraje y maquillaje a los espacios publicitarios. Más allá de la ilógica decisión, no es casualidad que se trate de categorías en las que el conglomerado Disney-ABC (el canal que transmite los premios) carezca de nominaciones.
Como era de esperarse, fue instantáneo el repudio de directores de fotografía, editores y actores, además de figuras como Martin Scorsese, Quentin Tarantino, Spike Lee y Alfonso Cuarón. "Fotografía y montaje están en el corazón de nuestra creación. No son heredadas de la tradición teatral o literaria: representan el cine mismo", arremetió Guillermo del Toro en Twitter. Acorralada, la Academia confirmó que todas las ternas serán parte de la gala.
Y si no es suficiente, inicialmente sólo se presentarían en vivo dos de las cinco nominadas a mejor canción original: "Shallow", con Lady Gaga y Bradley Cooper, y "All The Stars", con Kendrick Lamar y SZA, es decir, las posicionadas en iTunes y Spotify. Pero la organización dio marcha atrás y permitirá -como de costumbre- que se luzcan los intérpretes de las cinco nominadas.
En una decisión tribunera, la producción a cargo de Glenn Weiss invitó, incluso, a Queen -junto al vocalista Adam Lambert- para un medley con los hits escuchados en la biopic de Freddie Mercury.
¿La peor gala de la historia?
El caprichoso recorte afectó hasta la elección del anfitrión. Primero, la producción coqueteó con Dwayne 'The Rock' Johnson, figura convocante del cine de acción, pero por compromisos de agenda, el anfitrión contratado fue Kevin Hart, que apenas duró unos días: lo echaron por sus comentarios contra la comunidad LGBT.
¿La decisión final de la Academia? Celebrar una entrega de premios sin conductores, como la de aquella bochornosa del 29 de marzo de 1989, con una desastrosa secuencia inaugural que derivó en una contundente carta de actores dirigida al productor Allan Carr.
Solamente las estrellas invitadas presentarán las estatuillas y darán paso a los escuetos números musicales. Donna Gigliotti, una de las productoras del show televisado, fue tajante: "Si te mantenés dentro de los 90 segundos, por supuesto que todo tu discurso estará al aire. Mientras más rápido llegues al escenario, más tiempo tendrás para hablar".
Desde las 22 (transmite TNT) se sabrá finalmente si tantas idas y vueltas fueron suficientes para salvar la entrega de premios más esperada del año. Eso sí, de quedar al descubierto los fiascos, mejor que Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles dediquen el "In memoriam" a la Academia.
Las favoritas
El consenso de los 7.902 votantes definió a ocho como posibles ganadoras de la máxima estatuilla: "Bohemian Rhapsody", "Green Book", "El infiltrado del KKKlan", "El vicepresidente", "La favorita", "Nace una estrella", "Pantera negra" y "Roma".
Si los pronósticos no fallan, el mexicano Alfonso Cuarón subirá en varias oportunidades al escenario por su magnífica "Roma" (10 nominaciones), en una victoria tanto para Latinoamérica como para Netflix, nuevo contendiente en la batalla por el oro.
También con una decena de nominaciones, "La favorita" podría dar el batacazo. Y muy merecidamente. Con una deliciosa fotografía, demenciales diálogos y un estimulante diseño de producción, la película del griego Yorgos Lanthimos se ganó elogios por el maquiavélico retrato del triángulo entre la reina Ana de Inglaterra (Olivia Colman), Lady Sarah de Marlborough (Rachel Weisz) y la avispada Abigail (Emma Stone).
Sin embargo, nada está definido, ya que la temporada de premios dejó dispares vencedores. "Green Book" -otra que puede sorprender por su moraleja coyuntural- se llevó el Globo de Oro, "La favorita" arrasó en los BAFTA, "Roma" triunfó en los Critics Choice Awards y la encantadora "Eighth Grade" -ignorada en los Oscars- ganó en los Writers Guild of America Awards.
Glenn Close alzaría su primera estatuilla dorada por su protagónico en "La esposa", Mahershala Ali ("Green Book") tendría asegurado el premio de actor de reparto y Regina King ("If Beale Street Could Talk") el de actriz de reparto. Sólo queda atestiguar quién vencerá en actor protagónico: Christian Bale, por su sorprendente Dick Cheney en "El vicepresidente", o Rami Malek, por su imitación a Freddie Mercury en "Bohemian Rhapsody".
Guión original se definirá entre "La favorita" y "Green Book", mientras que guión adaptado, entre "El infiltrado en el KKKlan" y "¿Podrás perdonarme?". En animación, el viento está a favor de "Spider-Man: un nuevo universo", así como en canción original para Lady Gaga, quien volvería a lagrimear por la poderosa "Shallow".