Daniel Ortega, un exguerrillero marxista que luchó contra la dictadura somocista y ha gobernado Nicaragua los últimos 10 años con estilo autocrático, ganó su tercer mandato sucesivo, esta vez de la mano de su excéntrica esposa, la poetisa Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Sin embargo hay desacuerdo entre las autoridades y la oposición sobre el índice de participación, un dato clave porque parte de los críticos al mandatario había llamado al boicot.
El mandatario, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional, consiguió 72,1% de los votos con 99,8% escrutado, mientras que su inmediato seguidor Maximino Rodríguez, del Partido Liberal Constitucionalista, obtuvo 15%, indicó el presidente del Consejo Supremo Electoral Roberto Rivas al leer el segundo reporte oficial.
De esta forma, los sandinistas también ganarían de forma abrumadora en la Asamblea Nacional al conseguir al menos 70 de los 92 diputados. La participación, también según datos preliminares, se situó en el 65,8%, dijo Rivas.
Sin embargo, la oposición, que ha cuestionado la legitimidad de las elecciones e instó a los nicaragüenses a no votar, aseguró la noche del domingo que la participación no llegó a 30%.
“Más del 70% de la población a nivel nacional no se presentó a las juntas receptoras de votos”, afirmó en un comunicado el principal movimiento crítico, el Frente Amplio por la Democracia, señalando que a su juicio ese dato muestra el hartazgo de la sociedad hacia el gobierno.
Ortega ha reducido sus apariciones públicas en los dos últimos años, pero hace acto de presencia a través de su “leal compañera” Rosario Murillo, de 65 años, con quien tiene seis hijos en común, incluyendo una adoptada.
“Es una mujer muy inteligente” que ha sabido ganarse su espacio en la política, dice el exguerrillero Edén Pastora, quien la compara con Margaret Thatcher e Indira Gandhi.
Poetisa y muy trabajadora, “la Chayo”, como se le conoce, no solo es la primera dama del país: dirige la comunicación y controla la agenda oficial, sin que nadie se atreva a decir ni hacer nada sin su permiso.
En sus intervenciones diarias en medios oficialistas informa sobre la marcha del “buen gobierno”, regaña en público a los funcionarios y lee poemas.
Preocupación de EEUU
El gobierno estadounidense manifestó ayer su “profunda preocupación” por la “viciada” elección celebrada en Nicaragua el domingo, que ganó el presidente Daniel Ortega por tercera vez consecutiva. “Estados Unidos está profundamente preocupado por el viciado proceso electoral presidencial y legislativo en Nicaragua, que negó la posibilidad de una elección libre y justa”, afirmó el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, en un comunicado.
Toner recordó que previo a los comicios del domingo “el gobierno nicaragüense dejó de lado a los candidatos opositores, limitó el acceso a los observadores (...) y tomó otras medidas para denegar el espacio democrático del proceso”.
Fuente: AFP