Fue una serie de Copa Davis con sensaciones distintas para Argentina. Con muestras de unión hacia adentro y hacia fuera, y con la reaparición en el escenario de Juan Martín Del Potro después de un largo invierno que había comenzado en la traumática semifinal de 2012 contra República Checa.
En medio de ese contexto favorable que se coronó con la gran victoria ante Brasil, hicieron ruido algunas versiones sobre la injerencia de Del Potro en la conformación del equipo. Algo a lo que también contribuyeron declaraciones de Juan Mónaco -excluido esta vez del equipo- en las que habló de su “nula relación” con Delpo.
Daniel Orsanic apuntó este mediodía a desbaratar cualquier duda sobre el tema. Se hizo cargo de todas las decisiones que se tomaron durante la serie y trató de poner punto final a los chismes, enemigos silenciosos tan habituales en la historia argentina en Copa Davis.
“A Juan lo noté como uno más del grupo, no me pareció que ejerciera un liderazgo. Respetó que él no estaba entre los que jugaban, y les dio a los que sí lo hacían la importancia que merecían. Pero la parte difícil con la que tuvo que convivir fue que dijeran que él armaba el equipo o participaba en las decisiones.
Eso lo puso incómodo a él y a nosotros”, confesó Orsanic en declaraciones a TyC Sports. Fue todavía más allá: “Consultó a los jugadores un montón de cosas. Pero las decisiones que se tomaron fueron deportivas y fueron mías. La realidad es mucho más simple de lo que a veces creemos”. Sobre la posibilidad de convocar en el futuro a Mónaco, Orsanic no cerró ninguna puerta.
“Estoy seguro de que si hay alguna diferencia, va a desaparecer. No hay nada que sea insalvable”, comentó cuando se lo consultó por la distancia entre Pico y Delpo. Sentenció que “el mensaje es claro: el que esté para jugar, lo hará”,