En un desenlace deseado y temido a la vez, Brasil jugará su cuarta final olímpica el sábado ante Alemania, un rival que le trae el peor de los recuerdos y que también busca sumar a su vitrina el único trofeo que le falta.
Con un Neymar intratable -gol inédito a los 15’’, otro de penal en el epílogo y una asistencia-, el pentacampeón del mundo aplastó 6-0 a Honduras en la otra semi de los Juegos Olímpicos de Río.
Alemania, el mismo rival que le propinó una de las peores palizas de su historia 7-1 en el mundial 2014, será su contendiente tras vencer 2-0 a Nigeria por la otra llave.
“Llegamos a la recta final demostrando el buen fútbol que nos reclamaban. Un fútbol bonito y bien jugado”, comentó el DT de Brasil, Rogerio Micale.
“Neymar es un monstruo. Tiene talento, cada vez que se lo exige juega al fútbol. Está feliz en el grupo. Está viviendo un buen momento”.
Si había otro plan de Honduras el gol de Neymar le quemó todos los papeles.
“Cualquier esquema se descompone con un gol a los 15 segundos por error nuestro”, admitió el técnico de Honduras, el colombiano Jorge Luis Pinto, quien había planteado una línea de cinco defensores y cuatro volantes en el medio. Así las cosas, para Brasil es tiempo de revancha por lo ocurrido en 2014 y encima busca el trofeo que le falta.