Tras la victoria, comentó: “Fue una etapa que arrancó como ayer (por el lunes), se veía fácil pero el terreno comenzó a cambiar y terminó siendo bastante complicada y peligrosa. Hoy (por ayer) había que navegar y Ronnie (Graue) le pegó en todos los puntos y pudimos pasar varios autos”.
Más adelante, el piloto mendocino de Mini, que ahora marcha tercero en la general por detrás de Al Attiyah y De Villiers, agregó: “Lo malo es que seguimos teniendo problemas con la temperatura del agua. Es difícil conducir. Al principio y al final nos molestó”.
“Salimos con el mismo ritmo de ayer (por el lunes), a intentar mantener nuestra velocidad sin cometer errores. Fuimos avanzando y viendo que pasábamos a otros pilotos. Está bueno acortar distancia, pero queda mucho por delante”, dijo sobre cómo se planteó el tercer parcial.
Hoy tendrá que abrir ruta en la cuarta etapa. Al respecto, dijo: “Abrir camino es complejo. Pero cuando uno está peleando la punta sabe que ese costo lo asume. Nos pasó en Marruecos. Creo que no va a ser una etapa complicada, pero igual hay que tener mucho cuidado”.
Más adelante, expresó: “La carrera es larga. Sabemos que tenemos velocidad y podemos ganar etapas. Debemos ser regulares para no perder tiempo y que lo hagan los demás. La hoja está floja y tienen que ajustar porque se hace peligroso”.
Sobre el inconveniente que padece con las alarmas del motor del Mini, indicó: “Dicen que el problema de la temperatura es por el nuevo techo del Mini, que tiene el 50% menos de ingreso de aire. Habrá que ver, algo se puede trabajar. El agua por momentos llega a 120 grados y se hace crítico”.
Por último, Terranova no esquivó el bulto y admitió que estará en la pelea hasta el final de la carrera en Sudamérica. “El Mini sigue siendo el auto de referencia porque Peugeot todavía no es rápido. La carrera va estar entre De Villiers, Al Attiyah y yo, y tal vez algún otro piloto. Hay que estar ahí sin cometer errores”, expresó.