Con la exportación como principal destino, y el vino como bandera insignia, Mendoza está posicionada como una de las principales provincias del país en la elaboración de productos orgánicos.
Actualmente existen 147 establecimientos dedicados a esta actividad, distribuidos en 27.433 hectáreas productivas, según los datos publicados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Si bien los productos orgánicos continúan con una alta demanda para exportación, sobre todo de Estados Unidos y la Unión Europea, no están exentos de los vaivenes de la economía local.
Una clara muestra de esto es que en la comparación 2014 vs 2015, la exportación de vinos orgánicos cayó 20%, idéntico porcentaje para el ajo y 57% en zapallo, según los datos de Senasa.
Mendoza se destaca en el país por ser el principal productor de vinos, ajo y zapallo orgánico. Aunque también tiene participación en mosto, semilla de lechuga y de cebolla, pulpa concentrada de damasco, manzana, pera y ciruela.
Cómo expande la superficie
En 2015 la superficie orgánica cosechada en todo el país presentó un crecimiento del 10% comparado con 2014. Si bien todos los grupos de cultivos mostraron un crecimiento respecto al año anterior, fueron las legumbres y hortalizas los que marcaron el mayor incremento, presentando un aumento del 200%.
En el año 2015 se cosechó en todo el país un total de 75.472 hectáreas, alcanzando el máximo valor desde el inicio de la actividad orgánica en Argentina.
En este sentido destaca que las principales provincias productoras de cultivos industriales orgánicos fueron Jujuy (37%), Mendoza (18%) y Salta (17%). Entre los cultivos industriales más importantes se destacó el de caña de azúcar (59%); olivos (20%) y vid (18%), siendo Mendoza la principal referente en este último.
Las hortalizas orgánicas más importantes en el año 2015 fueron el ajo (39%) y el zapallo (37%). La producción de ajo se concentró en Mendoza; y la de zapallo en varias provincias (Salta, San Juan y Mendoza).
Cabe recordar que para el análisis no se han considerado las producciones que cumplen exclusivamente la normativa estadounidense (USDA-NOP). Sino aquellos productos que han cumplido ambas legislaciones (Argentina y Estados Unidos).
De lo mayormente producido en Mendoza, el principal mercado comprador es la Unión Europea, seguido por Estados Unidos, Japón y Suiza.
“A nivel sector, diría que no estamos florecientes en ningún lado, producto de que Argentina no es competitiva en el mercado externo por el retraso del dólar del año pasado y que estamos sufriendo de nuevo este año. Eso le pega a todos los productos exportables y no sólo al vino orgánico. Pero es a Argentina a la que le cuesta competir. El mercado orgánico internacional está fuerte y crece sostenidamente con tasas más modestas que hace 10 años atrás, pero crece”, remarcó Gustavo Caligiore, propietario de la Bodega Caligiore que produce vinos orgánicos.
Agregó que “en la medida que Argentina vuelva a ser competitiva tiene oportunidades enormes porque es un país con una gran imagen como productor orgánico con un sistema de certificación reconocido mundialmente por su seriedad, además tenemos condiciones climáticas ideales para hacer vinos orgánicos de calidad. Con lo cual creo que tenemos en el largo plazo grandes oportunidades aunque estemos sufriendo coyunturas desfavorables”.
Sofía Lanza, encargada de promoción y desarrollo de la Organización Internacional Agropecuaria (OIA), explicó que a diferencia de lo que puede ocurrir con otras actividades “la demanda es más alta que la oferta y crece anualmente. Hoy hay un mercado que esta demandando este valor agregado. Pero como en otras actividades Argentina necesita de medidas macroeconómicas que ayuden al desarrollo del sector”.
Para el productor vitivinícola de Luján de Cuyo, “producimos exclusivamente vinos orgánicos desde 2002. Tenemos bodega y viñedos propios. Exportamos el 65% de nuestra producción a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Bélgica y Brasil. El restante 35% se vende en mercado interno en forma directa desde la bodega”.
Esta pyme mendocina produce 100.000 botellas de vino anuales, que cuenta con la certificación para las normas Argentina, Europea, NOP (USDA - USA), Equivalencia NOP Canadá, JAS (Japón). “Tenemos certificado tanto el viñedo como la bodega”, remarcó.
Caligiore manifestó que el de los orgánicos “es un mercado de nicho, pero que crece sostenida y sólidamente. Cada vez hay más consumidores sensibilizados con la producción orgánica y ya es normal encontrar oferta de vinos orgánicos en los canales tradicionales de venta de vinos”.
Agregó que “además hoy los vinos producidos orgánicamente son de altísima calidad, compiten de igual a igual con los vinos convencionales y le dan la opción a los consumidores de tomar excelentes vinos elaborados de modo amigable con el ambiente, cuidando y preservando los recursos naturales (suelos, agua, atmósfera), en forma socialmente responsable”.
Poco consumo local
El informe elaborado por el Senasa destaca que si bien sigue siendo bajo el consumo de productos orgánicos certificados en el mercado interno, se continúa viendo, de acuerdo a lo informado por las certificadoras, una mayor diversificación.
A dicho mercado se destinan productos industrializados como harina, yerba mate, aceites y hortalizas. De este modo, la participación de los productos orgánicos certificados destinados al mercado doméstico sigue estando en niveles bajos.
En este sentido, Adam Conway, dueño de la empresa Reparto Alegrías, quien tiene parte de su portafolio certificado, manifestó la necesidad de explotar más el mercado interno para la comercialización de los productos orgánicos.
“Lo que necesitamos es una certificación diferencial para poder vender nuestros productos en el país. Hoy la única certificación que hay es cara y apuntan a la exportación.
Esto es una limitación y a pesar de desarrollar un producto orgánico no se lo puede vender como tal por no contar con la certificación, estos son los denominados agro ecológicos”.
Conway, que cuenta con su propio aceite de oliva y aceituna, explicó que son muchos los productores chicos que no tienen la capacidad de certificar por sus costos y que venden en el mercado interno.
“Hay mucho para crecer en este sentido, yo cuando empecé vendía 15 cajas de manzana por semana, hoy llego casi a las 60”, finalizó.
Si bien el mercado interno es incipiente se estima que tiene buenas perspectiva de crecimiento, al menos, así lo creen las certificadoras.
Para Lanza “hoy el mercado interno es incipiente, los consumidores cada vez están más preocupados por saber que es lo que consumen y que elaboran”
Y agregó que "se está avanzando cada vez más en el fomento de productos orgánicos. Por eso se generó una web que permite conocer donde se pueden adquirir los productos certificados. Allí los productores o vendedores de orgánicos se pueden anotar y así crear una red de comercialización bien grande”.
Actualmente la información cargada en la web guiaorganica.org.ar pertenece a Córdoba y Buenos Aires mayormente, aunque la idea es que todo el país participe de la misma y el consumidor pueda saber donde conseguir los productos orgánicos certificados.
Sólo productos certificados
Los productos orgánicos son mayormente pensados y elaborados para vender al exterior. Y sus principales mercados son la Unión Europea y Estados Unidos.
Pero para lograr llegar, previamente hay que contar con la certificación de orgánico del producto que se quiera comercializar y esto puede ser un proceso lento y caro.
Patricia García, directora de Letis, una de las empresas encargada de realizar las certificaciones, explicó que “ser orgánico es un atributo de calidad. Depende de un proceso de producción orgánica. Es un sistema de gestión de la producción holístico, que tiene en cuenta para mejor y fomentar como el agro ecosistema, respetando los ciclos biológicos”.
Y agregó que “no usa productos ni genéticamente modificados ni productos químicos riesgosos para la salud humana y de la propia tierra.
La certificación se realiza en base a las normas que exigen los mercados que compran los productos para que sean considerados orgánicos y de calidad”.
La directora de Letis manifestó que "los productos orgánicos es algo que no está explotado como debería. Cuyo y Mendoza en particular tiene grandes condiciones agroecológicas, hay mucha potencialidad sin explotar”.