Por primera vez después de más de 20 años, el Gran Mendoza (con la excepción de Maipú) puede llegar a tener intendentes de la misma conformación política. Había ocurrido en el período 1983-1987, en que, llevados de la mano por el rotundo triunfo de Raúl Alfonsín, el radicalismo se impuso en Capital, Guaymallén, Las Heras y en Godoy Cruz. Ahora se da el caso de los triunfos de los radicales en Capital, Guaymallén, Las Heras, Luján con un demócrata aliado y resta conocer la definición en Godoy Cruz, aunque por lo sucedido en las PASO, difícilmente la UCR pueda llegar a perder la intendencia.
Pero más allá del resultado electoral que resta por definir e insistiendo con las diferencias que pueden llegar a plantearse con Maipú, donde se mantiene la continuidad del justicialismo, lo cierto y lo concreto es que se presenta una interesante oportunidad para que los popes departamentales acuerden políticas comunes respecto de lo que se debe hacer para solucionar muchos de los inconvenientes que actualmente se plantean.
No debemos olvidar que, a excepción de los lugares donde hay accidentes geográficos naturales, como los canales Cacique Guaymallén, Frías y de los Ciruelos, en la gran mayoría de los casos los límites departamentales están fijados por calles y se da el caso, por ejemplo, que en una calle una vereda corresponde a un departamento y la restante a otro.
De allí que también resulte oportuna la intención de conformar lo que los futuros intendentes han dado en llamar el Unicipio, que consistiría en la integración de todos los municipios del Gran Mendoza para fijar políticas comunes en materia de residuos, transporte, tránsito y espacios verdes, entre otros aspectos.
En ese esquema, el plano del transporte y del tránsito resulta fundamental, en razón de que en la actualidad la ciudad de Mendoza suele convertirse en un caos vehicular, ya que confluyen en determinadas horas -las consideradas pico- vehículos desde distintas zonas de la provincia y se encuentran con un embudo en el ingreso a la ciudad, como sucede con el nudo vial Costanera, mientras en otras zonas las direcciones de circulación en una calle de un departamento no coinciden con las del otro.
El transporte es otro de los temas a analizar ya que, por deficiencias, muchos optan por utilizar el automóvil para dirigirse a la ciudad, provocando la circulación de miles de automóviles por calles que no están en condiciones de recibir semejante cantidad de vehículos. Con un sistema de líneas de transporte fluido y adaptado a las necesidades, esa situación podría solucionarse.
Respecto de los residuos, no quedan dudas de que queda mucho por hacer, ya que Mendoza no cuenta con un sistema fluido de reutilización de los residuos urbanos, a pesar de que la experiencia que se implementó en su momento los bosques que se implantaron en los costados del camino a San Juan dieron muy buenos resultados.
Al decir de los propios participantes, fueron esos los aspectos que priorizaron durante el viaje que realizaron a Barcelona, como parte de un convenio que firmó la Universidad Nacional de Cuyo con su par de la ciudad española y que motivó un pedido de informes por parte de un legislador justicialista. Si bien es cierto que la casa de altos estudios debe informar convenientemente sobre la decisión adoptada, no es menos real que el fondo de la cuestión, el de la solución de los problemas comunes, tiene una trascendencia importante.
A lo largo de los años hubo varias iniciativas tendientes a conformar acuerdos interdepartamentales, pero todo quedó en buenas intenciones. Es por eso que ahora se presenta una nueva e interesante oportunidad con el denominado Unicipio. Si se logra el objetivo, si se dejan de lado algunos posicionamientos individuales, será la población en general la que resulte beneficiada.