Hartos de la crisis económica, los opositores venezolanos volvieron a hacer filas ayer, esta vez para validar sus firmas y sacar adelante un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Después de rubricar su apoyo a la consulta, 1,3 millón de personas están convocadas para validar su respaldo a través de la huella digital hasta el viernes próximo.
Con sus finanzas en picada, los venezolanos confían en que Maduro sea sometido este año a un referendo que recorte su mandato (2013-2019) y dé paso a nuevas elecciones.
El descontento con la gestión de Maduro es el motor del referendo que alienta la oposición. Muchos de los 30 millones de venezolanos lidian a diario con el desabastecimiento, la inseguridad y una inflación fuera de control.
Enfrascado en una lucha de poderes con la mayoría parlamentaria opositora, Maduro atribuye a una “guerra económica” de la derecha los males que se acumulan en el país con más reservas petroleras en el mundo.
Los planes para precipitar su salida del gobierno comenzaron con la recolección de 1,8 millón de firmas en abril.
La autoridad electoral invalidó 600.000 de esos apoyos aduciendo irregularidades, pero la oposición apenas requiere validar 200.000 rúbricas y esperar la luz verde para reunir cuatro millones de firmas, con lo que podrá activar el referendo.
Los adversarios de Maduro están empeñados en lograr que el revocatorio se realice antes del 10 de enero de 2017.
Si no se efectúa dentro de ese plazo, Maduro podrá elegir a su sucesor en caso de que pierda el referendo para completar el mandato.
El oficialismo cree imposible que este año pueda haber revocatorio y presentó una demanda por fraude de firmas, que podría aguar los planes de los opositores aglutinados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Durante la primera jornada de autenticación de firmas, la oposición se quejó de las supuestas “jugadas” del Consejo Nacional Electoral (CNE) para dificultar el procedimiento.
Freddy Guevara, diputado de la MUD, dijo a la prensa que el CNE envió “captahuellas” a sitios donde “nadie firmó” por el revocatorio, o que tardó en reponer algunas de las máquinas que se dañaron.
En total el órgano electoral habilitó 128 puntos de validación, con 300 máquinas, y la alianza opositora confía en que podrá autenticar unas 600.000 firmas hasta el viernes.