Un 11-A para las primarias abiertas de agosto, un 27-O para las elecciones generales de octubre. Partidos de la oposición, la red de organizaciones Ser Fiscal y los blogueros que fogonearon los últimos cacerolazos lanzaron una convocatoria para que en esas dos instancias los ciudadanos se sumen a fiscalizar los comicios, ante las sospechas de posibles fraudes que ya dejaron instaladas.
"El Gobierno se juega la vida en esta elección. Se juega los negocios, la continuidad del relato y la reelección presidencial. No descarto que teniendo el monopolio del escrutinio intente modificar el resultado de los votos", aseguró el denarvaísta Gustavo Ferrari en representación de Unión Celeste y Blanco, una de las siete fuerzas que ayer presentaron la iniciativa en el Congreso.
"Esperamos que el 11 de agosto y el 27 de octubre los ciudadanos que se manifestaron en las calles se conviertan en fiscales de la transparencia del proceso electoral", pidió Gerardo Milman, del GEN, y apuntó que en las últimas elecciones el 92% de los fiscales del oficialismo eran empleados públicos.
También suscribieron el acuerdo el socialismo, Unión por Todos (Patricia Bullrich), la Coalición Cívica (Pablo Javkin), Libres del Sur (Humberto Tumini) y Fe (Teresa González). Claudio Bargach, de Ser Fiscal, participó de la presentación. La ONG hará la convocatoria y derivará los interesados a los partidos.
Bullrich se refirió a las sospechas de fraude en Venezuela y a las recientes declaraciones de Nicolás Maduro: "Hay un patrón que está mirando el voto de la gente, por eso los empleados públicos son fiscales, porque tienen miedo". Los impulsores de la iniciativa plantearon sus reparos en torno a la transparencia de las elecciones a partir del rechazo del Gobierno a implementar el sistema de boleta única o el voto electrónico, entre otros artilugios.