Dirigentes de la oposición profundizaron hoy las críticas al Gobierno nacional tras el cacerolazo, con reclamos por el "autismo" y el "ninguneo" de la manifestación, mientras que desde el oficialismo ratificaron el rumbo y buscaron minimizar el impacto.
La ministra de Seguridad, Nilda Garré, cuestionó que "en la marcha del otro día se vio claro, había palabras o consignas que estaban casi uniformadas" contra la inseguridad.
Según analizó, esta situación fue consecuencia de la "instalación mediática de la inseguridad como déficit del Gobierno nacional".
Desde sectores diversos como el radicalismo, la CGT y el PRO, los reproches al Gobierno nacional estuvieron vinculados con la ausencia de respuestas de la Casa Rosada a los pedidos que se escucharon en distintas ciudades del país y las "ironías" que formuló la presidenta Cristina Fernández sobre el tema.
"La gente reclama contra la inseguridad, contra la inflación, que son temas que le afectan su vida de todos los días, y la Presidenta no solo no la escucha sino que le falta el respeto con ironías", advirtió el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El funcionario consideró como "muy preocupante" la actitud de la Jefa de Estado y resaltó que el cacerolazo de anteayer fue una "demostración maravillosa" de la ciudadanía que se manifestó "de manera pacífica y con un mensaje respetuoso".
Por su parte, el ex vicepresidente Julio Cobos desestimó la crítica oficial de que los manifestantes del cacerolazo "no saben qué es lo que reclaman" y anticipó que desde el Gobierno nacional "seguro no van a acusar recibo de esto".
"No es que no sabe qué es lo que reclama, reclama las cosas que espera de un gobierno al que votó", opinó el dirigente radical, que enfatizó que "la sociedad argentina no está resignada, está dispuesta a expresarse".
También se sumó a la polémica el jefe de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, quien alertó que la mandataria parece vivir en una "especie de burbuja que no le permite ver la realidad" y vaticinó que "los reclamos se van a ir profundizando".
"El reclamo es por la forma despectiva que tiene el Gobierno de tratar los reclamos que se le realizan y ayer lo confirma la Presidenta" con su actitud destinada a descalificar la protesta, resaltó el dirigente.
Sin embargo, el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, consideró hoy "disparatados" algunos de los reclamos durante la manifestación, a la que volvió a vincular con la "derecha", y ratificó que el Gobierno va a seguir "profundizando el modelo" porque "una salida conservadora nos mataría".
"Lo que no hay que hacer es ceder, después sí, hay que ser finos en los argumentos, no hay que caer en provocaciones, hay que ser inteligentes, pero lo único que no podemos hacer es ceder a la derecha", explicó.
El línea con el resto de la oposición, el senador de la UCR Ernesto Sanz evaluó que "hay una mayoría silenciosa que dejó de confiar en el Gobierno" y consideró que "es preocupante" cuando la Presidenta "habla de profundizar la gestión".
En tanto, el presidente de la Convención Nacional de la UCR, Hipólito Solari Yrigoyen, se preocupó porque la mandataria "no ha dicho la verdad" cuando aseguró que la oposición "no tiene un proyecto" y lamento que su "autoritarismo no tiene límites".
La oposición profundizó las críticas al Gobierno tras el cacerolazo
Desde sectores diversos como el radicalismo, la CGT y el PRO, los reproches al Gobierno nacional estuvieron vinculados con la ausencia de respuestas de la Casa Rosada a los pedidos que se escucharon en distintas ciudades del país.
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