"Sólo falta el pajarito", gritó una mujer que sacudía una pandereta en el momento en que los diputados de la oposición se alineaban para sacarse la foto. "No, señora, quédese tranquila, por suerte esto nunca va a ser Venezuela", replicó un hombre mayor, que entendió enseguida que la mujer se había referido al pajarito que acompañó a Nicolás Maduro en el cierre de la campaña y que el candidato atribuyó al alma de Hugo Chávez.
Pocos se detuvieron en la anécdota. El dato era otro: legisladores de la UCR, el Pro, la Coalición Cívica, el peronismo disidente y el FAP se habían reunido en la plaza que está frente al Congreso para inaugurar la carpa blanca, otro método de presión para tratar de impedir que el oficialismo sancione la ley de reforma judicial.
Las épocas son distintas, pero ayer no faltó quien recordara que la carpa, de 14 metros por 10, es similar a la carpa blanca que el 2 de abril de 1997 montaron, en el mismo lugar, unos 50 maestros nucleados en la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), que marcó un hito en la lucha popular contra las políticas neoliberales.
Ahora se lee: "Justicia Independiente", impreso sobre una bandera argentina y, más abajo, "No al manotazo a la Justicia. Defendamos la República y la Constitución".
La convocatoria fue pobre. Apenas unas 80 personas se acercaron a saludar a los diputados. "No hay que dramatizar, esto no estuvo anunciado y no esperábamos mucha gente. La apuesta es para cuando se vote. Este va a ser otro de los focos de resistencia", dijo uno de ellos. En la carpa, un grupo de jóvenes recolecta firmas con las que se puede adherir a la "Declaración de Rechazo al intento de control de la Justicia por parte del Gobierno nacional".
En la foto estuvieron, entre otros, el radical Ricardo Alfonsín, los peronistas Enrique Thomas y Eduardo Amadeo, los macristas Federico Pinedo, Gabriela Michetti y Paula Bertol, Alfonso Prat Gay, de la Coalición Cívica, Gerardo Milman, del FAP, y Patricia Bullrich, de Unión por Todos.
En el final se acercaron el presidente de la UCR, Mario Barletta, y el ruralista Alfredo De Angeli, quien contó con entusiasmo que la movida frente al Parlamento le hacía acordar a la carpa que montó el sector agrario en la previa de la resolución 125.
La gente que se acercó lo hizo con carteles. Un hombre sostenía una cartulina escrita a mano en la que se leía: "Carrió. Te decían loca y te dejamos sola". En otra, un hombre impulsaba una consigna que pretendían que le llegara a los diputados indecisos: "Escuchen: 35% sí 65% no a la reforma".
"Este tiene que ser un lugar de encuentro para que podamos hablar y escucharnos. Queremos que vengan a hablar sindicalistas, jubilados, académicos. Queremos enriquecer el debate y frenar esta no democracia", decía Pinedo, que comanda el bloque de la fuerza de Mauricio Macri.
"Queda claro que los supuestos proyectos para democratizar la Justicia son para controlar el Poder Judicial y para afectar el principio de independencia de los poderes", afirmaba Alfonsín, uno de los más saludados por quienes pasaban por el frente de la carpa. "Para frenar esto necesitamos que la gente venga y diga que no", decía Amadeo. La cita opositora será allí, frente al recinto y a partir del mediodía, cuando comience el debate.
Más adhesiones
El sindicalismo opositor y los ruralistas se concentrarán hoy frente al Congreso en rechazo a los proyectos para reformar la Justicia impulsados por el Poder Ejecutivo. "Así como ya manejan al Congreso como una escribanía, con estas leyes ahora el Gobierno también quiere manejar la Justicia", apuntó ayer Hugo Moyano, jefe de la CGT anti K.
Moyano llamó a los gremios de su central a movilizarse hoy al Congreso. La columna más importante será la de Camioneros, que llevaría a unas 4.000 personas. También se espera que los Judiciales lleven bastante gente.
El gremio que lidera Julio Piumato iniciará al mediodía un paro de 72 horas en el Poder Judicial; al mediodía, se movilizará de Tribunales al Congreso. Otros gremios moyanistas que se comprometieron a movilizar son los docentes de Uducba y la Federación Marítima Portuaria (Fepinra).
