Si bien el Gobierno provincial y los mendocinos en general esperan un mayor apoyo en obras públicas por parte de la administración federal, resulta plausible la promoción de la Fiesta Nacional de la Vendimia que se realizó recientemente en la Cancillería. En tiempos de enfrentamientos entre funcionarios oficialistas y la oposición, tamizados de golpes bajos y malas artes a veces, aporta mejores señales y cae bien que el Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores del país, haya sido ámbito de lanzamiento de la máxima expresión cultural y del trabajo de los mendocinos.
En el encuentro, a mitad de semana, se reunieron el gobernador de la Provincia, doctor Rodolfo Suárez, con autoridades de esa cartera, encabezados por el subsecretario de Promoción del Comercio e Inversiones, Pablo Sívori. En la reunión se dieron cita representantes de sectores vitivinícolas de Mendoza, interesados en promover nuestro producto básico, y embajadores acreditados en el país.
Fue una promoción interesante del festejo mayor de nuestro suelo y de una de las principales actividades económicas mendocinas. Y también merituamos la reunión celebrada en Cancillería porque en este año de pandemia, se resiente más la difusión de nuestra icónica celebración, que por fuerza mayor apeló formato virtual.
La fiesta tendrá difusión con espectáculos y festejos en 200 puntos, tanto de Mendoza, como del país y del exterior, a través de la red de embajadas y consulados argentinos.
El gobernador Suárez destacó el “esfuerzo que se ha hecho, a pesar del momento que se vive, y de esa manera difundir la vendimia virtual en todo el país y en el mundo”, que es lo que ha permitió Cancillería con su apertura. Además, subrayó que la fiesta más tradicional de los mendocinos tiene como fin “promocionar nuestro vino para que haya más consumo y para que nuestra industria madre siga creciendo”.
Entonces, y aunque podría parecer una gestión natural, esperable de un ministerio nacional frente a un determinado desarrollo provincial, pero en momentos en que está presente la discordia entre oficialismo y oposición, este tipo de acercamientos resulta un respiro y una proyección a superar posiciones antagónicas. Estas coincidencias hacen bien internamente pero mucho mejor caen en el exterior donde debemos proyectar los productos de Argentina, en este caso el vino y otros derivados de la uva.
Por eso el subsecretario Sívori puso de relieve que “el sector vitivinícola es una referencia de la marca argentina en el mundo y el vino es un producto ícono del país”.
Entonces la presentación de la Fiesta de la Vendimia en el marco que referimos representa un punto más en un proceso de trabajo que debe afirmarse y ser una constante, esto es, analizar con una visión federal pero también con una mirada sectorial los productos que la Argentina puede proyectar hacia los distintos mercados mundiales.
