La máxima de que “nada se logra solos” se hace palpablemente evidente en la tarea que Casa Ronald viene realizando en Mendoza desde hace ya 20 años.
Hoy tengo el honor de presidir la organización a nivel nacional, pero me inicié como voluntario en Mendoza cuando el proyecto era un sueño.
Me convocó la familia Terranova, quien me transmitió la urgencia por “hacer algo” por miles de niños que sufren enfermedades que requieren tratamientos complejos.
No lo dudé: creí en la causa desde el primer momento, y hoy, 20 años más tarde, hemos recorrido un camino interesante y con logros tangibles.
La Casa hoy recibe a los niños y sus familias para cubrir sus necesidades ante una enfermedad compleja.
Trabajamos de manera articulada con el al Hospital Pediátrico Dr. Humberto Notti en Guaymallén y el rol de las familias es pilar fundamental del tratamiento.
Nuestra Casa cuenta con capacidad para albergar 22 familias. Aparte de acoger familias con niños, cuenta con habitaciones especiales para las mamás que tienen a sus hijos internados en la Neonatología, Cardiología y Terapia Intensiva del Hospital. Sus cocinas, salas de juego y entretenimiento, biblioteca, jardín, huerta orgánica y lavadero, funcionan como verdaderos espacios de contención.
En la Casa trabajamos junto a la escuela hospitalaria , donde brindamos apoyo escolar y clases a los niños que están siendo atendidos y sus hermanos, así no pierden la escolaridad.
Desde la Asociación hemos ido más allá de las paredes de la Casa: mediante la Unidad Pediátrica Móvil, desarrollamos un programa para llevar atención médica primaria, odontológica y oftalmológica de calidad a niños y adolescentes de hasta 16 años en comunidades con difícil acceso al sistema de salud. Visitó Mendoza por primera vez en 2014 y en 2022, la Unidad se acercó al Secano de Lavalle y logró asistir a más de 440 chicos, con un registro casi récord de este tipo de intervenciones.
Pero vuelvo a la idea de cómo los logros importantes se alcanzan colectivamente: nada de todo esto se podría llevar a cabo sin el apoyo de las familias, el hospital y sus profesionales, los municipios, los donantes de empresas e individuales y cientos de voluntarios que ayudan cada día.
Ese esfuerzo colectivo hace que hoy la Casa Ronald en Mendoza opere para la provincia y como puerta de atención para familias de toda la región cuyana.
Los 20 años de la Casa en Mendoza demuestran que cuando se trabaja con objetivos claros, profesionalismo, pasión y en red, el impacto es potente y duradero.
Nadie queda inmune una vez que conoce nuestra causa y nuestro trabajo: es muy potente lo que sucede cuando se enfoca el tratamiento con el apoyo familiar, desde la contención.
Aspiramos a seguir contagiando a muchos más esta fuerza multiplicadora de ayudar a los más vulnerables, con la misma contención, cariño y calidad, como lo hemos hecho en estos 20 años.
Soñamos con los próximos 20 y que muchos más se sumen a este camino con nosotros: muchos más juntos podemos hacer la diferencia.
* El autor es Presidente de Casa Ronald Argentina.