La Agencia Mendocina de Innovación, Ciencia y Tecnología culminó su primer año de trabajo en 2021 con un saldo sumamente positivo: su nacimiento y puesta en marcha permitió establecer los lineamientos generales para estructurar, impulsar y promover la economía del conocimiento en la provincia, fundamental para diversificar la matriz productiva y lograr el crecimiento económico de calidad.
La creación de la Agencia, propuesta por el Poder Ejecutivo, fue acompañada por todas las fuerzas políticas en la Legislatura, lo que demuestra que la provincia necesitaba fortalecer el entramado científico y el ecosistema innovador que ya nos posiciona como un polo tecnológico en el país.
No caben dudas de que el conocimiento es la llave del crecimiento de países y regiones que han logrado mejorar su competitividad, ofrecer empleos de calidad y, sobre todo, preparar un recurso humano preparado para los nuevos desafíos de un mundo en el que el conocimiento es la llave de la integración y el desarrollo.
En síntesis, la inversión en ciencia y tecnología crea empleos de mayor calidad, posibilitando elevar la equidad y la inclusión.
La pandemia nos ha servido de aprendizaje y ha funcionado de catalizador de procesos que se comenzaron a vislumbrar en los últimos años. Así, en el futuro inmediato, la producción y análisis de conocimiento, la ciencia y la tecnología, serán centrales en el desarrollo de la vida cotidiana, en la educación, la producción, en la salud, en el Estado y en el bienestar de la sociedad.
Por eso, nuestro desafío es abrazar la agenda del mundo que viene y hacer efectivo el cambio hacia la sociedad del conocimiento, hacia la transformación de todos los sectores y de la economía.
En este camino, el trabajo de la Agencia debe ser una política pública a largo plazo. Concebida como una red colaborativa, que no replica ni duplica organizaciones estatales existentes y que aprovecha las capacidades instaladas en nuestro ecosistema, busca poner en marcha un proceso de cooperación inteligente, de interacción dinámica entre el sector científico/académico, el sector privado, el sector público y la sociedad civil, poniendo el eje en el impulso de alianzas estratégicas entre los diferentes agentes involucrados en el proceso de innovación de nuestra Provincia.
A diferencia de la planificación tradicional de las organizaciones públicas, nuestra estrategia es transversal y abierta. La red funciona gracias al compromiso de todos los actores: universidades, sistema científico, cámaras empresariales, reparticiones del Estado provincial, municipios y organizaciones de la sociedad civil.
Es la Agencia la responsable de crear sinergias que logren que todos vayamos hacia el mismo objetivo, evitando la duplicación de esfuerzos, impulsando temáticas de desarrollo y unificando metodologías de trabajo.
De este modo, a través del trabajo colaborativo y multinivel, buscamos alcanzar una economía más competitiva, además de insertar las empresas mendocinas, nuestros profesionales y nuestras organizaciones en un mundo cada vez más complejo.
Este no es un proceso rápido, ni se logra de un día para el otro, sino que requiere de consensos políticos y sociales de largo alcance, que pongan a la promoción del desarrollo científico y tecnológico en el centro de la estrategia de desarrollo sostenible. Esa es la única manera para crecer y resolver los problemas presentes y futuros.
Solo con políticas a largo plazo que vinculen el mundo científico-tecnológico, los sectores productivos, el sector público y el ecosistema innovador concretar estrategias y agendas de trabajo, que aporten soluciones a los problemas existente y aprovechen las oportunidades que tiene Mendoza.
*El autor es Presidente de la Agencia Mendocina de Innovación, Ciencia y Tecnología