Una actitud mental positiva es clave para vivir con bienestar

Es fundamental desarrollar la creatividad, la innovación, la apertura mental, la disposición a dedicar tiempo diario suficiente para pensar, reflexionar, analizar detenidamente antes de tomar una decisión; en síntesis: hacerse cargo de la propia vida.

Una actitud mental positiva es clave para vivir con bienestar

«En la mente está la fuente de tu máximo poder; utilízala inteligentemente para alcanzar tus deseos positivos de vida». Con esta frase, podemos sintetizar todo cuando me propongo explicar en este trabajo.

Ya desde hace décadas las investigaciones científicas demuestran, cada vez con mayor claridad y precisión, el dominio que tiene la mente sobre la materia. En concreto podemos afirmar que el cuerpo es el campo de batalla de la mente.

El sistema inmunológico (de defensa de nuestro organismo) – por ejemplo – no trabaja de manera adecuada cuando el estado anímico de la persona se encuentra lo que podríamos llamar “en forma negativa.” A la inversa, estando lo mental en armonía, no surgen síntomas físicos. Lo que, habitualmente, llamamos enfermedades. Tales padecimientos no son otra cosa que síntomas generados en el organismo – el cuerpo físico – a causa de estados psíquicos de estrés, angustia, depresión, frustraciones y tantas dificultades que – por lo normal – la persona enfrenta sin conseguir resolver con éxito. De allí que resulte tan importante utilizar el pensamiento racional reflexivo sumado a lo intuitivo y a la capacidad creativa para resolver los problemas, dificultades e imprevistos que la vida cotidiana nos presente y que son inevitable parte de la existencia humana misma.

Los expertos en psiconeuroinmunología explican que debemos tener mucho cuidado para no caer en tristezas ni depresiones, porque puede ser la oportunidad para que millones de virus y bacterias “invadan” el cuerpo causando trastornos de salud.

Tales investigaciones comenzaron hace décadas. En 1979 – por ejemplo – en Texas, el profesor Robert Nerem y su equipo realizaron un interesante experimento con conejos. Un grupo de estos animales fue alimentado con una dieta rica en colesterol durante más de un mes. En tanto la experiencia transcurría, uno de los investigadores le tomó particular cariño a unos de los conejitos: lo acariciaba, le hablaba y jugaba con él. Cuando, tiempo después, los animales fueron sacrificados para estudiar el efecto del colesterol en sus arterias, se descubrió que el animalito en cuestión presentaba un 60% menos de daños que los demás. Alertados por esta inesperada situación, se decidió repetir la experiencia ahora con todo el control de variables que la investigación con metodología científica requiere. Entonces se conformaron dos grupos y el resultado fue similar: los conejos tratados con especial cariño tenían un 60% menos de lesiones. Sin dudas, la realización de situaciones de cariño, afecto y contención llevaron a los animales a quedar más protegidos ante la posibilidad de trastornos cardíacos.

A partir de esto, tuvo lugar – posteriormente – un estudio ya con humanos. fue en California (E.E. U.U.). Durante 9 años, los científicos del laboratorio de poblaciones humanas de New Haven examinaron los fallecimientos de 700 personas entre los casi 5000 hombres y mujeres residentes en Alabama. El índice más alto de mortalidad fue hallado entre las personas cuya vida era triste, que no albergaban expectativas y de actitudes negativas casi habituales. Padecían depresiones, fobias, temores a hechizos y brujerías, entre otros problemas. La tasa de mortalidad resultó en estas personas, a las que nos atrevemos a denominar de vida desarmónica, casi cuatro veces más alta. Las conclusiones fueron claras. Cuando algún virus o bacteria ronda por ahí, encuentran un campo de acción óptimo en quienes no están armonizados.

Se comprobó que los linfocitos (para decirlo simplemente digamos que son los defensores del organismo) pueden recibir mensajes desde el cerebro y no actuar. Por lo tanto, virus y bacterias no encontraran resistencia. Repetimos: la mente domina la materia.

El estudio cita casos en que los médicos recetaron píldoras de azúcar ante un fuerte dolor y el paciente sanó. ¿Qué pasó? Su tranquilidad ante la atención del médico, la confianza y el convencimiento de que sanaría lo hicieron posible.

Otra de las comprobaciones efectuadas fue que el estrés hace que nuestras glándulas suprarrenales segreguen excesivas cantidades de adrenalina en la sangre. El exceso puede producir la rotura de ciertas fibras cardiacas y colocar al corazón en un estado de arritmia. Otra vez la mente vuelve a actuar sobre la materia. ¿Qué debemos tener en cuenta, entonces? Que con actitud mental positiva es posible llevar una existencia con bienestar, vivir más tiempo y con mejor calidad.

Es esencial comprender que existe una entramada relación entre el cuerpo y la mente, pues ésta última es la encargada de percibir los estímulos externos, y de acuerdo a lo que tales percepciones nos provoquen en lo emocional pueden modificar el funcionamiento de nuestro organismo.

Recordemos que el cerebro produce sustancias que tienen relación con la salud que tendrá la persona. Estas sustancias incluyen las endorfinas, que son analgésicos naturales, y la gamma globulina, que refuerza su sistema inmunitario. Las investigaciones demuestran que lo que el funcionamiento de tales secreciones depende – en buena parte – de los pensamientos, sentimientos y expectativas que cada persona albergue.

Es por eso fundamental desarrollar la creatividad, la innovación, la apertura mental, la disposición a dedicar tiempo diario suficiente para pensar, reflexionar, analizar detenidamente antes de tomar una decisión; en síntesis: hacerse cargo de la propia vida. Comprender que el “destino” como tal no existe. En todo caso es el resultado que se produce en acuerdo a las decisiones que uno ha tomado tanto como las que no ha tomado. “Algún día, nunca llega”, como nos lo recuerda la canción de Creedence Clearwater Revival. O, el tema “Decisiones” de Rubén Blades, cuyo estribillo es “decisiones todo el día.” Eso devela que Ud. está vivo y haciéndolo en plenitud. Dándose permiso para una vida mejor.

En cambio, su organismo habrá de enfermar de tantas maneras diferentes, si sus pensamientos quedan encajonados en quejas permanentes, habituales acusaciones a los demás y actitudes de impotencia ante la búsqueda de soluciones.

En efecto, es uno mismo quien tendrá que provocar que acontezca. La frase: “lo haré cuando se den las condiciones” es un engaño de la consciencia pues, tales condiciones, tendrá que generarlas quien está buscando que ocurran. No vendrán de fuera de uno mismo.

Podemos afirmar que la vida de cada humano es el resultado de los pensamientos que su mente alberga.

Muchas son las personalidades que han coincidido en esto. Por eso concluyo transcribiendo algunos de sus comentarios.

«El poder de tu mente determina el potencial de tu vida.» (John C. Maxwell.)

«Tu mente es la llave maestra que puede abrir las puertas del éxito(Zig Ziglar.)

«Tu pensamiento crea tu realidad, así que elige pensamientos poderosos y positivos.» (Louise Lynn Hay.)

«La mente es un arma poderosa; si la utilizas con pensamientos positivos tu vida se llenará de resultados positivos.» (Steven Maraboli.)

«El éxito comienza con la mente. Si quieres lograr algo, primero debes visualizarlos en tu mente con claridad.» (Arnold Schwarzenegger.)

Y, para cerrar, una frase de Siddharta Gautama, o sea, de Buda: «Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado.»

* El autor es doctor en Psicología Social, magister en Psicoanálisis, filósofo e historiador. “Atrévete a vivir en plenitud”, es su más reciente libro. www.antoniolasheras.com

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA