Toma y daca

“Toma y daca” es una expresión que alude a una forma de persuasión, en un acto de reciprocidad de intercambio de razones contrapuestas.

Toma y daca
Imagen ilustrativa / Archivo.

Cuando dos personas discuten e intercambian ideas, se dice que andan en ‘dimes y diretes’.  El diccionario académico lo incluye como una locución nominal, formada a partir de las formas de ‘decir’, ‘di’ y ‘diré’, acompañadas, respectivamente, por un destinatario en primera persona (‘me’) y en segunda persona (‘te’). Al sustantivarse la expresión, se puede pluralizar y adquiere género masculino: ‘los dimes y diretes’. Su valor significativo alude a las contestaciones, debates, altercaciones y réplicas entre dos o más personas; también se refiere a opiniones opuestas y pequeñas discusiones que se mantienen de manera repetitiva entre varios interlocutores: Todos los noticieros comienzan hoy con los dimes y diretes de los principales referentes políticos.

Esta locución nominal, formada por dos elementos unidos por conjunción, es una muestra entre varias que expresan conductas muchas veces contrapuestas. Así, encontramos ‘toma y daca’; de esta expresión, nos dice la Fundéu que ‘da’ es el imperativo de ‘dar’ más el adverbio ‘acá’, mientras que ‘toma’ proviene de ‘tomar’; unidos estos dos imperativos por la conjunción ‘y’, significan “andar en dares y tomares”. Para la Real Academia es una expresión que alude a una forma de persuasión, en un acto de reciprocidad de intercambio de razones contrapuestas. También, el Diccionario integral del español de la Argentina registra la locución y nos dice de ella que alude a un intercambio rápido de cosas que se oponen o se corresponden; da como ejemplo La reunión fue un toma y daca de opiniones.

Una forma similar a esta última es la que reza ‘dar y tomar’, locución verbal que significa “discurrir, altercar” como en Estuvieron un buen rato dando y tomando sobre lo que convenía hacer. Esta expresión proviene del ámbito de la equitación, donde equivale a “aflojar y tirar alternativamente de las riendas para refrescar la boca del caballo”.

Otra expresión que integra elementos contrapuestos es ‘tira y afloja’ expresión que proviene del ‘juego de tira y afloja’.  Este entretenimiento con prendas consiste en asir cada uno de los participantes la punta de respectivas cintas o pañuelos. Durante el juego, justamente, las partes opuestas van tirando o aflojando de manera alternativa. Figuradamente, ‘tira y afloja’ se refiere a una variación entre momentos de tensión y conciliación. En plural, la locución, que es de género masculino, no sufre variación y solamente antepone el artículo ‘los’: No llegaron a una adecuada conclusión porque el tiempo se pasó entre los tira y afloja de los contrincantes.

También da idea de acciones contrapuestas la expresión ‘idas y vueltas/venidas’, que designa los avances y retrocesos o el conjunto de inconvenientes y trabajos que aparecen cuando se busca conseguir algo: Estuvieron a las idas y vueltas hasta que se decidieron por la compra de ese inmueble. Se vincula la locución a la expresión ‘ir y venir’, de la que se nos dice que nombra el movimiento incesante y en varias direcciones, de cosas y seres vivos.

¿Y qué significa la expresión ‘los pros y los contras’? Leamos la voz siempre autorizada de la Fundéu: “Pro y contra funcionan como sustantivos con el significado de “provecho o ventaja” o “inconveniente o desventaja”, respectivamente; son términos masculinos y sus plurales son ‘pros’ y ‘contras’. No deben usarse como invariables (*los pro y los contra) y, en el caso de ‘pro’ es incorrecto el plural ‘proes’”: Antes de tomar una determinación, debo evaluar bien todos los pros y los contras.

Esa costumbre de unir términos a través de una conjunción, ya para presentar acciones contrarias, ya para destacar la consecuencia de una después de otra, se advierte en ‘comer y callar’, usado para dar a entender que a quien está a expensas de otro le conviene obedecer y no replicar.  Lo mismo sucede con la locución ‘sin comerla ni beberla’, locución adverbial coloquial, que significa que alguien participa sin querer de un hecho, sin haber tenido parte en la causa o motivo del daño o provecho que se sigue.

Para indicar, coloquialmente, que algo ocurre de manera repentina y sin previsión, se dice ‘de golpe y porrazo’ o su variante, ‘de golpe y zumbido’. Para las dos formas, averiguamos que equivale a “precipitadamente, sin reflexión ni meditación, inesperadamente, de pronto”.

¿Y la locución ‘borrón y cuenta nueva’? Esta expresión coloquial alude a las antiguas contadurías donde no existía modo de corregir una cuenta pues la tinta era indeleble y no podía borrarse. De este modo, era necesario hacer un ‘borrón’, mancha que indicaba la invalidez de la cuenta. También, con esta expresión se aludía a la antigua costumbre de los barrios en donde los almaceneros y tenderos anotaban las deudas de una persona o familia por mes; al concluir ese mes y efectivizarse el pago que saldaba la deuda, se tachaba o borraba lo anotado (se hacía un ‘borrón’) y se comenzaba con la cuenta del nuevo mes. Por ello, metafóricamente, el diccionario nos dice que se usa la expresión para indicar la decisión de olvidar deudas, errores, enfados, etc., y continuar como si nunca hubieran existido.

Para la Real Academia es una expresión que alude a una forma de persuasión, en un acto de reciprocidad de intercambio de razones contrapuestas

Hay también expresiones populares en que la conjunción ‘y’ aparece uniendo palabras que las personas jóvenes no entienden porque designan realidades no conocidas actualmente, como ‘entre gallos y medianoche’; se designa la franja horaria entre las doce de la noche y, aproximadamente, las tres de la madrugada, cuando los gallos cantan al amanecer. La locución sugiere que, en este lapso sin luz natural, se prepara la resolución de asuntos, en forma secreta y, muchas veces, deshonesta.

¿Y qué es ‘a troche y moche’? Según la Academia, es una locución adverbial que significa “disparatada e inconsideradamente”; su origen parece residir en una expresión de los leñadores referida a la tala de bosques; ‘troche’ se vincula al verbo ‘trocear’ o ‘trozar’ (“dividir en trozos”) y ‘moche’ a ‘mochar’ (“cortar por los extremos”): Te hizo gastar a troche y moche.

Finalmente, la locución ‘no ser (algo) soplar y hacer botellas’ expresa coloquialmente que algo no es tan sencillo de realizar como parece; alude, precisamente, a la dificultad de trabajar el vidrio, material que no puede ser moldeado por cualquiera ni en forma descuidada o rápida.

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