A un mes desde la venida de Sergio Massa a Mendoza, que incluyó una catarata de anuncios, tantos nacionales como provinciales, lo cierto es que a los productores, por ahora, la ayuda no les llega.
Esta semana Los Andes ha contado en varias notas por qué no se puede acceder a los créditos que hay disponibles. Las falencias que hay entre ambos lados y por supuesto, las peleas mezquinas entre los políticos quienes están más apurados por “anotarse un poroto” frente a las cámaras que por lograr un alivio para quienes saben que todavía tienen un ciclo de más de 12 meses para lograr una retribución, está en su punto más alto. Pero lo cierto es que la discusión entre los referentes de la vitivinicultura ya no es sobre las heladas. Eso ya pasó, y la nueva preocupación gira en torno al abastecimiento.
El tema no es menor, como siempre los industriales comienzan a hacer sus planes de cara a la cosecha que llegará en dos meses y la discusión por el precio se pone en marcha.
Muchos ya comienzan a poner en duda los números oficiales y aseguran que los daños no son tan catastróficos. Probablemente en una acción especulativa para al menos bajar un poco las expectativas de precio. Todos saben y hacen sus apuestas.
Por otro lado, muchos que sí tienen la uva o el vino guardado, se salieron del mercado sólo para esperar y ver que se va a ofrecer. Se escuchó decir por ahí, que, en los malbec de alta calidad, se podrá pedir hasta 1 dólar el kilo. Un tiro largo. Pero por supuesto que es temprano para sostener un valor fijo y no hay mucho dato para formar los precios, aun cuando todos saben que el que tengamateria prima buscará su mejor opción de venta.
Nuevamente los blancos estarán en pugna, ya el año pasado sin accidentes climáticos, fue muy difícil conseguir Chardonnay y ahora parece ser más complejo aún. Las cartas están sobre la mesa. Se sabe que este será “un año para el productor”, al menos para el que le quedó algo.
Queda por saber si será un año para elaborar por cuenta de terceros o para vender la uva directamente. Eso todavía no está claro. Es que el mercado interno que mostró una recuperación, es muy probable que sufra el enfriamiento de la economía que ya se está empezando a ver. Otra duda, es si Argentina podrá cumplir con el abastecimiento al exterior.