La ideología populista
En un trabajo anterior me pregunté qué sucederá después de la pandemia y me contesté que dependía de qué política se aplicaría. Los actuales adelantos no oficiales del gobierno sugieren que se aplicará la ideología peronista K. Esto está en línea con el resultado electoral: aunque muchos están arrepentidos ganaron las elecciones con el 48%. Los que no votaron al gobierno, 43%, tienen derecho a criticarlo y oponerse. Entonces podemos adelantar algunas ideas.
La ausente y más ruidosa es que no se achicará ni ajustará al Estado ni a la política, como ha sido regla durante ochenta años. Todo el peso del desastre existente desde hace décadas, agravado por la pandemia, recaerá únicamente sobre los contribuyentes, como siempre. Y nuestros impuestos irán a agrandar al Estado y al gobierno, a los planes descansar, al ocio popular, a todos los subsidiados y mantenidos y al fortalecimiento del populismo. Por supuesto está comprendida la corrupción y el saqueo.
Los datos estadísticos
A fines de 2019 la masa monetaria, circulante, ascendía a 1,89 billón de pesos, 1 billón 890.000 millones. A julio de 2020 la emisión llegó al 1 billón de pesos, lo que adelanta un fin de año superior a los 2 billones. Las máquinas de emisión no dan abasto y se está importando billetes. Se pagará $8.500 a cada infectado por virus, $8.000 a cada drogadicto en tratamiento y así el populismo avanza con otros regalos, que por supuesto pagamos los contribuyentes. No se paga a los cardiópatas, a los cancerosos, a ningún enfermo grave. Pero sí a los pacientes de coronavirus y a los drogadictos porque son espectaculares y rinde electoralmente.
El déficit del Estado, que asciende a 10% del PBI de $288.600 millones, se monetizará con emisión monetaria, auspiciada por Mercedes Marcó del Pont de la AFIP a la que cuando era Ministro de Cristina le dediqué un trabajo aplazándola en economía, porque sostuvo que la emisión monetaria sin respaldo ¡no es inflacionaria!
La descapitalización del país
Así entonces se agregará al impuesto por compra de dólares, el gravamen a la riqueza y se elevarán las alícuotas de bienes personales. Estos gravan directamente el capital, el patrimonio de las empresas y personas, consecuente con el combate al capital esencial del peronismo, ejecutado hoy por Máximo.
Es raro que los Kirchner auspicien estos impuestos al capital con sus incalculables fortunas. Aquí hay algo que no cierra y creo saberlo. CFK tiene una inhibición general de bienes dispuesta por Julián Ercolini por diez mil millones de pesos y Claudio Bonadío la embargó por diez millones. Es decir, no puede disponer de su patrimonio, en especial Los Sauces y Hotesur. Y la parte más voluminosa de sus bienes estaría a nombre de Lázaro Báez. Oficialmente ella vive de su pensión de algo más de $188.000, que no paga impuestos y es inembargable, y hoy cobra como Vicepresidente de la Nación. Por eso ella y su hijo pueden ser tan “generosos” y “patriotas” al promover impuestos que no pagarán y que descapitalizan a los argentinos contribuyentes. CFK ha solicitado a la ANSES exención de impuestos sobre su pensión como viuda y su jubilación como ex Presidente. ¡Seguro lo obtendrá!
La propiedad es inviolable y solo puede privarse de ella por sentencia fundada en ley, reza el art. 17 de la Constitución Nacional. Los impuestos solo pueden gravar las rentas de variado origen, nunca al capital. Nuestro sistema impositivo está plagado de inconstitucionalidades y los jueces de las diferentes épocas, siempre al servicio del poder de turno, las han convalidado. Por eso la ideología peronista kirtchnerista ha hecho realidad el combate al capital y con ello, la atroz decadencia y descapitalización argentina.
Si se achicara al Estado y al gobierno, se evitaría el déficit fiscal, se bajarían montos y se eliminarían impuestos, se aumentaría la capacidad productiva del país, de los empleos y bajaría notablemente la pobreza e indigencia. Se eliminaría la inflación y el país volvería a estar entre las primeras potencias mundiales.
Pero esto es utopía. El populismo peronista kirchnerista continuará haciendo estragos hasta que se desarticule la estructura mental que tiene obnubilada al cincuenta por ciento de la población.
¡El primer mundo ha sido así porque jamás ha padecido la tragedia del populismo enquistado en el pueblo dominado y sojuzgado!
*El autor es Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales