Cuando en 1983 Ricardo Alfonsín creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) puso al frente al autor del Túnel y Sobre engranajes y máquinas, Ernesto Sábato.
El arduo y valiente trabajo de Conadep terminó en informe de cincuenta mil páginas que fue entregado a Alfonsín “y que llegó al público bajo la forma de un libro: “Nunca más”. (fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/conadep-su-vinculo-con-los-derechos-humanos-nid1369654/)
El prólogo del libro fue escrito por Ernesto Sábato que lo hizo en representación de todos los integrantes de la comisión que fueron: Sábato, Magdalena Ruiz Guiñazú, Ricardo Columbres, René Favaloro, Hilario Fernández Long, Carlos Gattinoni, Gregorio Klimovsky, Marshall Meyer, Jaime F. De Nevares y Eduardo Rabossi. Como secretaria actuó Graciela Fernández Meijide.
Aquel prólogo comenzaba así: “Durante la década del 70, la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda”. (https://www.lanacion.com.ar/cultura/conadep-su-vinculo-con-los-derechos-humanos-nid1369654/).
En el mismo hay una clara condena no solo al abominable terrorismo de estado como método para eliminar el terrorismo de ERP y Montoneros. Es decir, una vía opuesta al estado de derecho con habeas corpus y otros derechos garantías para los terroristas.
La Junta de comandantes encabezada por Videla, eligió convertirse en terrorista para combatir al terrorismo: campos de concentración, secuestros, apropiación de bebes y 30.000 desaparecidos.
Ponerse a discutir y con un tono de indignación si fueron 30 o 7 mil, me recuerda a los que discuten si los nazis exterminaron a 12 o 6 millones.
Cuando llega Kirchner deroga la ley de obediencia debida de Alfonsín y la del indulto de Menem, lo que fue un gesto de fortaleza democrática frente a las presiones de los militares que querían detener los juicios a sus pares que iban de fiscalía en fiscalía respondiendo por sus atrocidades.
Pero no solo hace eso, sino que cambia el prólogo del libro Nunca más, sin pedirle permiso a los protagonistas del CONADEP, eliminando lo que había escrito Ernesto Sábato y dando por sentada una nueva interpretación de lo que pasó, este es el nuevo texto:
“Es preciso dejar claramente establecido, porque lo requiere la construcción del futuro sobre bases firmes, que es inaceptable pretender justificar el terrorismo de Estado como una suerte de juego de violencias contrapuestas como si fuera posible buscar una simetría justificadora en la acción de particulares frente al apartamiento de los fines propios de la Nación y del Estado, que son irrenunciables”.
Por la nota que hago referencia de La Nación, Kirchner hace ese cambio por pedido de los organismos de derechos humanos, en especial, conjeturo, por las que más pelearon para que finalmente se llevaran adelante los juicios a los que perpetraron las desapariciones y apropiaciones de bebe, las Madres de plaza de mayo.
Pero en este nuevo prólogo, que supone una nueva interpretación de los hechos, existió un solo terrorismo, o un solo demonio, el de estado, del otro ni se lo menciona y se deja sugerir que era una juventud idealista que quería un mundo mejor. Finalmente los exguerrilleros terminaron dando charlas en escuelas, teatros, universidades e incluso recibieron condecoraciones de lo que parecía una gesta heroica.
No me queda duda que fuimos idealistas, que queríamos un mundo mejor, pero Montoneros y ERP que era solo un puñado de esa “generación diezmada” quería llegar al paraíso al ritmo de arrojar bombas, secuestrar empresarios, asesinar en balaceras callejeras a sindicalistas como Rucci, Alonso y otros (“traidores”) y empresarios (“entreguistas”) como justicieros implacables, asesinar policías y militares porque eran los enemigos.
Ya en los setenta el resto de la “generación diezmada”, es decir la izquierda en general y los sectores progresistas del peronismo y el radicalismo, criticaban severamente el accionar terrorista de ERP y Montoneros, porque el fin no justifica los medios y porque se veía que con ese accionar solo estaban dando el pretexto para un golpe de estado.
Entones ahora tenemos un Nunca Más unilateral, y creo que la candidata a vice e hija de militares no es negacionista de la atrocidad de la “guerra antisubversiva” sino que pide por las otras víctimas del 70 y que el Nunca más sea para todo el terrorismo, el del estado y el de los Montoneros y ERP. Y que la indignación de la candidata a vice por Milei sienta la misma indignación por los dos terrorismos y no solo se arrebate por el de ERP y Montoneros.