Año de elecciones y de responsables decisiones. Rumores. Comentarios. Acertijos. Desgobierno. Sálvese quien pueda. Otra crisis más y van…
¿El dólar? ¡Y ya con elecciones para algunos! En medio de este panorama, cómo no pensar y preguntarnos ¿qué hicimos mal los argentinos que amamos nuestra patria para dejarla a la deriva, en manos de (en el mejor de los casos) ineptos?
¿Cómo no supimos encontrar a través de décadas conductores honestos, cuyo principal objetivo fuera el bienestar de todos, el enriquecimiento del país y no del propio bolsillo?
Vienen a mi mente, con profunda añoranza, el comprometido accionar, desinteresado, generoso, valiente, de tantos que brindaron hasta su vida, ¡sí su vida!, o su ciencia, su arte, sus esfuerzos para construir una Argentina que fue ejemplo y causó admiración en el mundo entero.
¿Nombres? ¡Cientos! Desde los padres fundadores como San Martín, Belgrano, Güemes muchos más (Sarmiento o Avellaneda, Alberdi...), hasta Saavedra Lamas, Leloir o Favaloro, Borges. De miles de trabajadores honestos y sacrificados a lo largo y ancho del país, a educadores sarmientinos y hasta un vicepresidente de la Nación, Elpidio González, que se negó a cobrar sueldos y menos aún jubilación de privilegio por ser un honor servir a la Patria. Y años antes, un gobernador intendente de Cuyo que generosamente donó (renunció) parte de su paga aclarando: “Mis necesidades están más que suficientemente atendidas con la mitad del sueldo que gozo” (Mendoza, 22/11/1815). Sabias palabras de este grande que dedicó una vida de excepción, de austeros principios, a consolidar la dignidad del hombre y la libertad americana: “¿Será posible que la suerte del país esté sujeta al capricho de una docena de malvados?”(Mendoza, octubre 1816). “Primero es ser, que obrar...” (San Martín, Mendoza,30/12/1815).
Sí, sabias palabras de un grande a quien la Asociación Damas Pro Glorias Mendocinas siempre rinde homenaje.
* La autora es Presidenta de la Asociación Damas Pro Gloria Mendocinas.