En este mismo espacio nos preguntábamos hace una semana si algún demócrata desearía ser invitado al brindis de fin de año que prometía Omar De Marchi desde la fundación Pensar, del Pro. Pues el encuentro se hizo, hubo muchas invitaciones y fueron aceptadas. Concurrieron demócratas, tanto frentistas como no frentistas y los que ahora llevan el sello PDP, referentes del Mendoexit y ex PD que se fueron en su momento del viejo partido pero participaron del armado de Vamos Mendocinos en las últimas elecciones compitiendo, como Gustavo Gutiérrez.
En el evento, como se señaló a través de Los Andes, De Marchi anunció el lanzamiento de un plan estratégico para la provincia, con el propósito de elaborar un programa de gobierno para quien resulte electo el año próximo y deba encarar la gestión.
Desde el radicalismo, el eje Suárez-Cornejo sugirió luego de las últimas elecciones a sus victoriosos intendentes y a la dirigencia en general no apurarse en el año a punto de comenzar con las candidaturas, en especial para los que sueñan con ocupar el lugar del Gobernador a partir de diciembre de 2023. El mensaje fue para el ámbito de la UCR, pero, por añadidura, también para los dirigentes de otras fuerzas que integran Cambia Mendoza.
Y si bien el diputado nacional macrista fue elogioso con la gestión de Rodolfo Suárez, sostuvo que es mucho mejor llegar al poder con un plan para ejecutar. Un matiz especial para marcar diferencias.
De Marchi es muy prudente con los tiempos de la política, pero nadie duda de que la trascendencia que tenga el programa que manda a elaborar puede servir de carta de presentación para su eventual candidatura en 2023. Insistencia por pelear la Gobernación que nunca ocultó en los últimos meses, incluso poco después de las elecciones para las que había sellado con la UCR el acuerdo por las listas nacionales, provinciales y municipales antes de las primarias de setiembre.
No hace mucho, su sucesor en la intendencia de Luján, Sebastián Bragagnolo, pedía públicamente que el gobierno provincial le diera más participación a “mucha gente valiosa” que hay en los espacios socios del radicalismo en Cambia Mendoza. No fue un reclamo nuevo, pero esta vez ya no dicho por lo bajo. Otro aporte, por qué no, para la estrategia de su referente local.
Aquel acuerdo electoral entre De Marchi, Cornejo y Suárez en ese momento puso fin a las especulaciones de una ruptura en la coalición gobernante.
Y era, fundamentalmente, un mensaje a nivel nacional, porque Juntos por el Cambio no admitía fisuras ni rupturas en ningún distrito del país para desafiar la mayor hegemonía que buscaba el kirchnerismo en el Congreso.
Esa estrategia dio resultado en todo el país: el Frente de Todos perdió la mayoría en el Senado y tampoco pudo mejorar su número de legisladores en Diputados.
En aquel momento un armónico reparto de lugares en las listas dejó satisfecho al Pro mendocino y así se frustró la ilusión de muchos demócratas y asociados de tener a De Marchi como candidato estelar. Un sí que fue esperado hasta las últimas consecuencias, como el de Marcelo Gallardo por su continuidad en River, pero que quedó en la nada.
Por eso, la invitación a participar del reciente evento en el Sheraton fue como un gesto de reciprocidad del lujanino con quienes lo esperaron sin éxito hasta último momento para tenerlo en sus filas.
Hasta el momento hay muchas más conjeturas que certezas en cuanto a la estrategia que adoptará el principal referente del macrismo mendocino pensando en la próxima convocatoria a elecciones.
Pero también hay quienes aseguran que esta vez no sería De Marchi el invitado a sumarse, sino que él puede mostrarse como el convocante de un espacio que pretenda competir con éxito en las urnas.
Por ello, apuntar a cohesionar una tercera fuerza como opción electoral es un gran desafío luego de una elección que ratificó la hegemonía oficialista y la sombría realidad del justicialismo local. Eso, además, puede significar competir por afuera de la coalición gobernante. Y también se debe contemplar el posicionamiento del Partido Verde, lejano pero claro tercero al fin en noviembre, con lo justo para poder tener una solitaria voz desde las bancas de la Legislatura.
Convocatoria a un cónclave con numerosa presencia política; lanzamiento de un plan estratégico para la elaboración de un programa de gobierno. Toda la sensación de que una nueva propuesta electoral se está gestando.