Plena vigencia del gran Sarmiento

Sarmiento señala la contradicción que todos los argentinos tenemos, nuestras ansias de que nos reconozcan como civilizados y la barbarie natural que asoma en nosotros.

Plena vigencia del gran Sarmiento
Domingo Faustino Sarmiento

El 11 de septiembre de 1888 fallecía Domingo Faustino Sarmiento en Asunción del Paraguay. El estadista se había trasladado a esa ciudad en busca de climas más benignos para su salud.

Nacido en la pobreza, impedido de acceder a una educación formal al negársele el acceso al seminario de Loreto en Córdoba y poco después, a una de las becas ofrecidas por Rivadavia a las provincias para ingresar al Colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires, Sarmiento es el resultado de las enseñanzas de su tío Domingo de Oro, personaje importante de la política cuyana, de sus lecturas, de sus trabajos, sus viajes y el contacto con personalidades importantes de Europa y los Estados Unidos.

Desde muy joven conoció los campos de batalla en las guerras civiles entre Unitarios y Federales. Estuvo en la batalla del Pilar, en la que murió Narciso Laprida y inspiró el poema conjetural de Borges. Supo del pan del exilio muy joven y trabajó de arriero, dependiente de almacén, capataz de minas, maestro y fundador de escuelas.

Su artículo en el Mercurio de Santiago de Chile “un 12 de febrero de 1812″ firmado con el seudónimo de “un teniente de artillería en Chacabuco”, le abrió las puertas como periodista en su segundo exilio y como efecto colateral benefició al general San Martín pues el gobierno trasandino a raíz de esa nota reingresó al Libertador en la lista de pensionados militares el ejército chileno.

Su consagración como escritor se la dará el Facundo: Civilización y Barbarie. Libro político como lo fue el Martín Fierro de Hernández. Miguel Unamuno y otros escritores importantes, consideran al Facundo como el mejor libro en prosa del siglo XIX escrito en castellano. Sarmiento no dice Civilización o Barbarie, no plantea una opción. Describe lo que conoce de primera mano, el paisaje de las travesías cuyanas, sus baqueanos y arrieros, su padre era uno de ellos y por relatos la pampa rioplatense. En ese título Sarmiento señala la contradicción que todos los argentinos tenemos, nuestras ansias de que nos reconozcan como civilizados y la barbarie natural que asoma en nosotros y que el asume cuando dice en sus últimos años sobre su primo Facundo Quiroga: “Nuestras sangres son iguales”.

Como muchos de su generación era polifacético. Todo lo de interés en la vida le interesaba estudiar, aprender, difundir. Desde su aldea en la aislada San Juan tomó contacto con los jóvenes de la Asociación de Mayo a los que conocerá cuando en su primer viaje a Europa, enviado por el gobierno chileno para investigar sobre educación, su barco hace escala en Montevideo, sitiada por el ejército de Oribe apoyado por Rosas desde Buenos Aires.

Resuelve en Europa viajar a los Estados Unidos. Encuentra ahí el modelo democrático para implantar en la Argentina. ¡Qué curioso!, poco antes de su asesinato, Quiroga ante el pedido del joven Alberdi de apoyo para viajar a Europa, le contesta, “vaya a los Estados Unidos y le pago el viaje y un año de estadía, es ahí donde debemos aprender cómo organizar el país”.

A diferencia de Alberdi, une la tribuna con la acción sin temer a las campañas militares o involucrarse en la política, ocupando bancas en la legislatura, el Congreso, en la diplomacia, el ministerio, el gobierno de San Juan, la presidencia de la Nación.

Sucedió a Mitre en la primera magistratura del país, su amistad se había erosionado por algunas diferencias cuando fue gobernador y su paso por Lima durante una conferencia de países del Pacífico. Tuvo el apoyo de Adolfo Alsina y logró la reconciliación con Urquiza al que había agraviado duramente. El asesinato del promotor de la Constitución de 1853 dio lugar a una feroz guerra en Entre Ríos para castigar a los insurgentes que además del costo en vidas significó un enorme gasto que hizo postergar otras iniciativas como la expedición al Río Negro, planeada por su ministro de guerra el general Gainza.

Otros problemas fueron la fiebre amarilla en Buenos Aires y la crisis internacional de 1873. En su gobierno se inaugura el ferrocarril de Rosario a Córdoba iniciado durante la presidencia de Mitre en 1865. Como los concesionarios consideran que no es rentable extenderlo al Norte Sarmiento resuelve gestionar un empréstito iniciando así la construcción por el Estado del ferrocarril a Tucumán y desde Villa María a Río Cuarto con la idea de llevarlo hasta Cuyo.

Fundador de las Escuelas Normales y Colegios Nacionales en cada provincia siguiendo lo iniciado por Mitre. Colegio Militar y Escuela Naval, armamentos modernos para el ejército y la primera escuadra a vapor y acorazada. Miles de kilómetros de telégrafo. Puentes en los caminos. Más de mil escuelas y triplicar la asistencia escolar pasando de 30 mil niños a 100 mil al finalizar su mandato presidencial.

Cincuenta y dos volúmenes recogen sus escritos en periódicos, discursos y libros. Una tarea titánica al servicio de una idea inspiradora “para que todos participen del festín de la vida que yo gocé sólo a hurtadillas”.

* El autor es presidente de la Academia Argentina de la Historia y miembro del Instituto Argentino de Historia Militar.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA