Realmente era un hermoso parque. En mi niñez vivía a tres cuadras del parque O’Higgins o como le decíamos, “la Costanera”.
Era un paraíso para jugar y correr entre los árboles y los prados rebosantes de verde; había acequias.
Muchas veces los vecinos acudían en los atardeceres de verano a disfrutar la frescura de la abundante forestación.
Hoy, realmente recorrer el parque es motivo de profunda tristeza, pareciera que un raro fenómeno natural hubiera provocado una gran devastación.
Este para nosotros mal tratamiento del espacio empezó con el inicio de las obras de remodelación en febrero de 2017 programadas por la Municipalidad de Mendoza y ejecutadas por la empresa Da Fré Obras Civiles SA; la inauguración se concretó el 17 de abril de 2019.
Pasaron dos años, en los que, como es habitual, cerraron todo el contorno del parque de modo que nadie pudiera ver lo que sucedía adentro.
La comuna gastó 76 millones de pesos, se erradicaron más de 100 árboles se construyeron 12.000 m2 de veredas de cemento, se hizo una pista para skate de 4.000 m2, 500 m2 de construcciones para hacer parkur…
La pregunta es: ¿qué derecho tienen los funcionarios de turno para hacer lo que se les antoja?
Pasan por alto el verdadero propósito por el que fueron creados los espacios vegetados de nuestra ciudad: proporcionar un entorno verde que contribuya a la salud y bienestar de la gente.
Es que los intereses políticos de demostrar que hacen obra... supera totalmente el bienestar de los ciudadanos, además de olvidar por completo que estamos en una zona semiárida.
Algunos funcionarios señalan que se replanta, considerando a los árboles (que en su mayoría pasan los 80 años), como ¡simples adornos! Sin tener en cuenta que 50% de los replantes muere en el primer año y que para lograr una copa mediana necesitan entre 15 y 20 años.
La empresa Da Fré se jacta de haber utilizado 8.500 bolsas de cemento. ¿Acaso no se dieron cuenta del daño provocado? Bueno, tampoco pareciera que les importa…porque fueron contratados para otra devastación: calle Pedro Molina.
Señalan que se instaló el riego por aspersión porque dicen ahorra agua… No es un ahorro, porque se usa agua potable. Además, no se tuvieron en cuenta parámetros agronómicos como (evapotranspiración y capacidad de almacenaje hídrico del suelo).
Así grandes sectores del parque están totalmente secos. Ningún niño podría jugar en verano en los juegos instalados ni en los areneros porque no hay ni un forestal que les dé sombra
Hoy se están secando los robles ubicados en el costado este del parque, entre calle San Luis y Córdoba. Esos forestales tienen casi un siglo, un metro de diámetro y una altura superior a los 15 metros.
¿Cuál es el propósito de dejar secar esos hermosos ejemplares? Tal vez es la desidia... o quizás el negocio de su madera…
La vereda central del parque no solamente fue hormigonada sino también las acequias a ambos lados que riegan los fresnos que formaban una verdadera bóveda verde, hoy están con un avanzado estado de marchitez.
En definitiva, los funcionarios han encontrado en las plazas y parques (que fueron creadas por nuestros abuelos para mejorar el medio ambiente), un lugar para que se vean públicamente las obras.
Así hace 50 años Mendoza tenía una superficie verde de 42 m2 por habitante y París, en comparación, 16 m2 por habitante.
En la actualidad en nuestra ciudad no se llega a 5 m2/habitante.
*El autor es Ing. Agrónomo. Asamblea por el Árbol.