Casi como una pesadilla pueden llegar a considerar en el gobierno mendocino las actitudes pampeanas con respecto a las obras que emprende Mendoza en el sur provincial. Y más aún sobre la oportunidad de cada reclamo. Ahora en la provincia vecina decidieron pedir informes sobre la factibilidad de Potasio Río Colorado, proyecto avanzado en el sur mendocino para el que el gobierno de Rodolfo Suárez ha encarado una fuerte búsqueda de inversores.
Cuando tenga forma, el reclamo lo harán ante el Coirco, el Comité Interjurisdiccional del Rio Colorado, donde ocasionalmente se impone la mayoría justicialista de Buenos Aires y La Pampa, más los gobiernos amigos (con el peronismo) de Neuquén y Río Negro. Es el organismo que frenó a Portezuelo, verdadera pesadilla política en estos años para el gobernador Suárez y su ministro Ibáñez.
Temen en La Pampa que la explotación del yacimiento malargüino pueda producir una contaminación de suelo, subsuelo y del agua superficial y subterránea, además de las aguas del Colorado, relativamente cercano a la mina. Pareciera que cualquier obra que Mendoza encare puede tornarse dramática para la vida cotidiana de una parte de la población pampeana.
Además, resulta insólito que La Pampa ahora apunte hacia uno de los proyectos que sí se pueden concretar en el marco de la estricta legislación minera provincial. En Malargüe deben decir que cuando no les ponen un freno a sus iniciativas los ambientalistas mendocinos, lo hace la política pampeana a través de sus sucesivos gobiernos peronistas.
En el Ejecutivo local toman, por ahora, con calma la novedad, pero sin descuidar los aspectos técnicos y jurídicos a los que eventualmente tengan que recurrir para salir al cruce de la potencial embestida.
Los funcionarios de Suárez que deben ocuparse del asunto sostienen que Mendoza se encuentra “una vez más”, ante un planteo “absurdo, antojadizo y antijurídico” de La Pampa. Califican a la nueva iniciativa como otro planteo político sin contenido. “Es la batalla por la batalla misma”, remarcan. Destacan en Casa de Gobierno que hay tranquilidad y certeza con lo que se ha avanzado en cada uno de los proyectos para emprendimientos como el ahora apuntado. “Están todos bien estudiados y trabajados”, puntualizan los colaboradores cercanos al Gobernador.
Sin duda, la confianza de los funcionarios corre a la par del apuro que existe en el Gobierno para que esta propuesta se viabilice lo antes posible. Es lógico que la administración de Suárez pretenda dejar en marcha obras que traerán inversión y rédito a la provincia, con más razón en un año electoral, como el que se aproxima, y luego de un período de iniciativas que en algunos casos no respondieron según lo esperado y de una gestión que estuvo atravesada por la pandemia de coronavirus.
A pocas horas de la presentación de Rodolfo Suárez ante la Corte de la Nación para que el Poder Ejecutivo se expida sobre el laudo arbitral por Portezuelo del Viento se conoció esta llamativa intención de la vecina provincia de encarar planteos con respecto a la factibilidad de Potasio Río Colorado.
Lo que genera temor es la lentitud de los procesos de estas características si se tienen en cuenta las urgencias de provincias como Mendoza en materia de obras públicas. Esta nueva jugada de La Pampa prácticamente coincidió con la presentación que hizo en los últimos días Rodolfo Suárez ante la Corte Suprema de la Nación para que el presidente Alberto Fernández laude de una buena vez sobre el conflicto por Portezuelo del Viento.
Si bien Mendoza dio prácticamente por caída la megaobra cuando el titular del Ejecutivo nacional dijo que accedería al pedido mayoritario del Coirco para que se vuelva a hacer el estudio de impacto ambiental, lo que se necesita en Mendoza es que se formalice el laudo, es decir, que el Presidente exprese con su firma que quiere que se estudie una vez más la factibilidad de la obra.
Está claro que el gobierno de Suárez, que tiene inmovilizados los fondos que envía la Nación como resarcimiento a la Provincia, ya informó que va a optar por el llamado plan “B”, comenzando con la obra de El Baqueano, pero hace falta la oficialización con la que no cumple el presidente de la Nación. Y la novedad sobre Potasio Río Colorado lo obliga a estar atento a un nuevo frente de conflicto.
Estamos ante un destrato hacia Mendoza y su gobierno. Y ante el respeto por la institucionalidad que, en general, ha caracterizado a las autoridades mendocinas a través de los años. Lo ocurrido con Portezuelo del Viento, a poco de asumir la actual administración, puso a prueba la relación cordial que había dispuesto implementar el mandatario mendocino con la Nación, gobernada por otro signo político. Pese al disgusto esa línea se mantuvo.
De nada sirvió que en aquel 2020 Mendoza demostrara a la Nación y a las provincias del Coirco que Portezuelo del Viento había sido una de las obras más estudiadas en cuatro décadas, más allá de que el transcurso de los años y las características climáticas actuales y venideras hayan trastocado su utilidad, como indicaron destacados especialistas.
Mendoza nunca se apartó del diálogo institucional a pesar de las diferencias políticas con el gobierno nacional. Por eso es preocupante que, agotados los tiempos legales, la Provincia haya tenido que presentar un amparo en la Corte nacional para pedir que se realice el laudo formal, más allá la mención explícita de Fernández en su momento a favor de la postura de La Pampa.
Las internas
El debate del presupuesto provincial para el próximo año quedó demorado una semana por la interna del justicialismo. Al menos ese fue el justificativo que pusieron desde el PJ para pedir la postergación de la sesión para debatir este proyecto, avalúo fiscal y ley impositiva 2023.
Pudo más la negociación para ver si habrá una o dos listas para la elección de autoridades partidarias que la estrategia que tiene el justicialismo para generarle debate al oficialismo sobre el pedido de toma de deuda para la realización de obras el año próximo.
Esa suerte de cortesía entre partidos, en realidad, no es nueva en la provincia. Cuando la representación legislativa local básicamente se dividía en tres sectores (radicalismo, justicialismo y demócratas) y no había todavía primarias, por lo general los temas urgentes y de debate intento quedaban postergados cuando uno de los partidos tenía que dirimir su interna con el voto de sus afiliados. Esto se dio en este caso con el PJ.
Estiman en el justicialismo local que los sectores en pugna terminarán acordando una lista de unidad para la elección de autoridades partidarias de diciembre. Mientras tanto hay un tire y afloje importante.
Es que desde el sector de los intendentes se objeta al kirchnerismo camporista, a cargo de la conducción actual del partido, por no abrir mucho el juego a todos los componentes del Frente de Todos. Por lo tanto, hay una clara intención de compartir más el poder partidario.
También influye en el estado de ánimo interno la situación nacional, de la cual son muy críticos jefes departamentales no identificados con el camporismo. Esos “caciques” arman o repotencian sus propias estructuras en sus departamentos, y algunos en su zona de influencia, como Emir Félix, obligando al kirchnerismo a tratar de introducirse también en esos territorios. Es por ello que se potencia la posibilidad de una lista de consenso a nivel provincial para conducir el partido, pero no en los departamentos.
En cuanto a Cambia Mendoza, en el radicalismo todos siguen esperando señales de Alfredo Cornejo, en especial luego del fuerte encuentro radical de ayer en Buenos Aires, citado para celebrar los 39 años del triunfo de Raúl Alfonsín, pero también para intentar marcar diferencias con el macrismo, o por lo menos hacer explícitas condiciones para acordar en las listas el año próximo.
Como ya se sabe, salvo el lasherino Orozco, los demás intendentes lanzados a la pelea por la sucesión de Rodolfo Suárez mantienen la inclinación a algún tipo de acuerdo. Y quien sigue esperando una resolución de la interna radical es Omar De Marchi, potencial competidor de algún radical en las PASO provinciales, que fueron ratificadas enfáticamente por Suárez.
De Marchi es siempre esperado para conducir una posible tercera opción electoral. Ayer compartió invitado el acto de asunción de las nuevas autoridades partidarias demócratas junto a representantes de otros espacios políticos también convocados para la ocasión, como libertarios y gente que responde al dirigente agrario Carlos Iannizzotto.
