El gobierno de Alfredo Cornejo ganó gran parte de la agenda semanal en base a los números: la presentación formal del presupuesto para el año próximo en la Legislatura y la nómina de obras que, inicialmente, se harán con los recursos con los que la Nación pagó su resarcimiento por los efectos de la promoción industrial en otras provincias. Ahora sí se cerró el capítulo de la gran obra de Portezuelo del Viento.
Aunque la fecha para presentar el cálculo de gastos y recursos y su legislación complementaria ya estaba prevista desde que el Gobernador decidió esperar que el Ejecutivo Nacional hiciese lo propio en el Congreso, queda claro que con estos temas la política enfocó más a lo local y no tanto a la tirantez derivada de los conflictos del gobierno de Milei con los universitarios y la oposición debido al veto, entre otros asuntos.
A pesar de la dureza de la política económica nacional y de las módicas derivaciones que se esperan para Mendoza, no fue la exposición del ministro de Hacienda, Víctor Fayad, un rosario de quejas sino un bastante optimista cuadro de situación con el que el Gobierno pretende mostrar obras en pleno año electoral. Un ejemplo palpable fue el del destino del 50% de los recursos previstos para obras que se piensa volcar en el área de vivienda.
Por otro lado, la gestión provincial hace alarde de su alineamiento con los preceptos del gobierno libertario nacional en cuanto al equilibrio presupuestario proyectado, el equilibrio fiscal y la reducción de la carga impositiva, aspectos de los que, por otro lado, la administración de Cornejo siempre hizo alarde de venir poniéndola en práctica desde el arranque de su primera gestión, a fines de 2015. Una mirada siempre polémica, lógica en el debate político.
Con respecto a las obras a encarar en una primera etapa de utilización del resarcimiento nacional por 1.023 millones de dólares, se incluyó la figura del “repago” que permita en el mediano y largo plazo ir recuperando por parte de la Provincia los recursos invertidos. Seguramente habrá una interacción intensa con sectores de la oposición que objetan el manejo del recurso hídrico y del energético por parte de la administración de Cambia Mendoza, pero también habría que destacar que, por lo menos en esta primera etapa de 18 proyectos para toda la provincia, no quedó la sensación de un tironeo previo de intereses para la utilización de los recursos disponibles.
Es obvio que la presentación simultánea de este plan de obras inicial en base a lo recibido por el resarcimiento nacional fortalece una imagen emprendedora que el gobierno de Cornejo pone a consideración de la Legislatura con su presupuesto 2025.
Esta secuencia, por otra parte, sale al cruce de varias situaciones que le generan preocupación a la actual gestión, como la política en seguridad, cada vez más criticada debido a la cantidad de delitos de distintas modalidades que son denunciados. La diputada Cintia Gómez (La Unión Mendocina), vicepresidente de la bicameral de seguridad, tocó la herida al difundir datos del servicio del 911 correspondientes a cuatro departamentos del Gran Mendoza y generó una polémica con el Gobierno, que debió salir a considerar a dicha estadística como normal, “no alarmante”, según dijeron a la prensa voceros de la ministra Rus. Una discusión que de ninguna manera está cerrada por el momento.
Dejando atrás aspectos de la gestión, en el Gobierno también deben haber mirado con cierto alivio los números que arrojó una encuesta formulada por la consultora que dirige Martha Reale entre fines de setiembre y comienzos de este mes. En lo que se refiere al nivel de aprobación de gestiones, tanto el presidente Milei como el gobernador Cornejo salen claramente airosos. Si bien los números bajaron con relación a los primeros meses de gobierno, Javier Milei mantiene entre los mendocinos una aceptación de 51% y el Gobernador, 47%. La caída del Presidente con respecto a la segunda vuelta electoral que lo consagró y a meses anteriores es significativa, pero el porcentaje que da este sondeo está marcando un nivel de aceptación elevado.
Un detalle curioso del trabajo de Reale lo da la mirada de la gente cuando se le pregunta por rótulos partidarios o de coaliciones y no de personajes puntuales. Allí Cambia Mendoza presenta un módico casi 33%, mientras que La Libertad Avanza debuta en sociedad nada menos que con un 16,40%, lejano, sí, con respecto al oficialismo local, pero notable si se tiene en cuenta que es un partido nuevo y que el nombre de Milei no fue incluido en este caso. Hay quienes sostienen que el 33% de Cambia Mendoza debería ser más cercano a lo que la gente percibe de la gestión de Cornejo, según otros consultores.
En el trabajo de Reale el partido libertario deja atrás al peronismo mendocino, siempre ubicado con porcentajes cercanos a los obtenidos últimamente en elecciones, y manda a los puestos finales de la tabla nada menos que a La Unión Mendocina de Omar de Marchi, con bajísimo 5% que puede interpretarse como una consecuencia del efecto libertario.
De todos modos, es evidente que Cornejo ha logrado montar un eje político muy claro con el gobierno nacional que le permite, como se ve en esta encuesta, mantener claro liderazgo local mientras llegan los tiempos de decidir qué sucederá con las listas de candidatos al Congreso y a la Legislatura. No se debe descartar la posibilidad de elecciones desdobladas.
Y aunque aún lejana, en toda proyección local hacia 2027 mucho tendrá que ver el prematuro posicionamiento de Luis Petri con el deseo de ocupar el sillón que ahora es de Cornejo. Tiene la ventaja el actual ministro de Defensa de poseer dos fichas valiosas: por un lado, su imagen local, que se fortaleció a partir de su pertenencia al radicalismo, con la que se atrevió a sacudirle el árbol a Cornejo; en segundo lugar, que a partir de ese batacazo se insertó en la escena nacional, lo que lo condujo al elenco libertario de gobierno que ahora integra.
* El autor es periodista. jtoso@losandes.com.ar
