Cada 1 de Mayo se celebra el Día del Trabajador en conmemoración de los mártires de Chicago. Un grupo de obreros sindicalistas anarquistas y socialistas luchando por ocho horas diarias de trabajo, hoy diríamos por un trabajo que ofrezca dignidad al trabajador.
Aquellos anarquistas estadounidenses influenciados por las corrientes ideológicas europeas donde tanto Proudhon, como Bakunin o Kropotkin, para nombrar a los creadores clásicos, abogaban por un mundo mejor para todos, donde la libertad y la solidaridad iban de la mano. Bakunin, en su texto Filosofía básica y principios de anarquismo lo expresaba de este modo: «La libertad de cada uno necesariamente asume la libertad de todos, y la libertad de todos no llegará a ser posible sin la libertad de cada uno... No hay libertad real sin igualdad, no sólo de derechos sino en la realidad. Libertad en igualdad, ahí está la justicia.»
Estos autores jamás entendieron la idea de libertad en perjuicio del otro, libertad era condición sine qua non de que el otro no fuera perjudicado sino y por el contrario en conjunto salir adelante.
Sin negar la existencia de los anarcoindividualistas quienes daban prioridad a su subjetividad inspirados en la obra de Max Stirner “El egoísmo”; estos eran la otra cara del anarcosindicalismo, del anarco comunismo, del anarco colectivismo, pero tenían en común la lucha contra el Estado como opresor y la creencia que la voluntad, para unos solidaria y para otros individual podrían mejorar notablemente la forma de vida de la humanidad. También es cierto que corrientes más contemporáneas utilizaron a los anarco individualistas para asentar una posición política “revolucionaria” de lo tradicional y conservador.
Hoy con el surgimiento del anarcocapitalismo cabe hacerse varias preguntas, ¿es anarquismo esta posición? ¿La libertad carajo tiene algo que ver con la libertad? A la primera pregunta responderemos con lo escrito por el grupo AN Anarquista FAQ : “El “anarco”-capitalismo no forma parte de la tradición anarquista, cuyo nombre usurpa. Hay que explicar por qué los “anarco”-capitalistas no son anarquistas(…), indicar dónde difieren de los verdaderos anarquistas (en lo referido a cuestiones esenciales como la propiedad privada, la igualdad, la explotación y la oposición a la jerarquía) (…), presentar una crítica general de las afirmaciones procedentes de una perspectiva anarquista en la óptica de los libertarios (…), revelar por qué los anarquistas rechazan esa teoría que consideran opuesta a la libertad y los ideales anarquistas.”
A la segunda pregunta remitiremos a Foucault con quien creemos coincidirían varios economistas: “El anarcocapitalismo pone en tela de juicio, es cierto, la intervención del Estado y el gobierno en el mercado, pero no deja de ser una ideología de lo muy gobernado. En sustancia, y esta es la prueba de que es y no es más que una rama del neoliberalismo, el anarcocapitalismo se apoya además en la confianza en la “gobernabilidad”. No de las instituciones, sino de las “realidades transaccionales”, nuevas gubernamentalidades de la sociedad civil.”
Entonces pensar el anarquismo de Milei deja varias dudas pendientes; libertad ¿es lo que afirma Bakunin para el anarquismo o es hacer lo que se me da la gana?
Tal vez Milei asocia su accionar al libro de Stirner y cree ser consecuente, pero es un hecho que el anarquismo surge como movimiento social, no como una corriente solipsista. Hacer lo que se me da la gana ignorando al otro, asemeja más a una posición sádica que social. Por otro lado, es cierto que el libre mercado sin control funciona anarquista, y es cierto que hasta los más ortodoxos con el mercado aceptaron, aunque sea un mínimo de control, de lo contrario el libre mercado es una lucha a muerte al estilo Hobbes donde el darwinismo social se impondrá. Esto lo percibe Milei y si no él, Caputo o Sturzenegger quienes impulsan medidas correctivas, coercitivas y represoras, claro que a diferencia de la izquierda anarquista en contra de la multitud anónima que nunca concurrirá a las cenas o fiestas de los beneficiarios.
Como un modo de acercarse a los nuevos acontecimientos argentinos, Milei demostró:
1- Que la palabra revolución no le pertenece a la izquierda, la revolución es un producto de acontecimientos y no de leyes de la historia, la revolución no es progre o retro, simplemente es hacia dónde es.
2- Mercado libre y anarquía se confunden, solo el mercado es la verdadera anarquía, en ello lo que reaparece para considerar es el Leviatán de Hobbes.
3- Ser anárquico es hacer lo que se le venga en ganas, en ello como todo el anarquismo obvia las enseñanzas del psicoanálisis.
Este tercer punto le cabe también a Proudhon, Bakunin, Kropotkin. No entendieron que lo anárquico lo vio Freud en el ello. El nefasto superyo tan vilipendiado por los teóricos como el Estado se puede cuestionar, pero habrá que tener cuidado con su disolución. Con ser tener la voluntad y la bondad no alcanza para domeñar al ello. Milei y su grupo creen que el ello es el mercado y que ellos con su voluntad lo controlarán, pero es una voluntad perversa que implica la destrucción del otro, la solución final del problema jubilados con su desaparición y lo mismo para todos aquellos desocupados que no acepten su rol de esclavos.
No se trata de viva la libertad, se trata de vivir con libertad. Lejos de aquel 1 de mayo, habrá nuevos mártires veremos cual será la nueva fecha.
* El autor es licenciado en Trabajo Social, docente universitario y escritor.