Todos sabemos, en el manejo habitual del léxico, qué significan los términos “más” y “menos”; pero no nos ponemos habitualmente a pensar qué valor particular toman cuando se usan en distintas locuciones. Así, por ejemplo, la expresión de nuestro título equivale a decir “justamente, exactamente”: “Lo que sucede hoy es, ni más ni menos, lo que predijo ese hombre visionario”.
En cambio, “más o menos”, como locución adverbial, equivale a decir “de manera aproximada”: “No puedo calcular con exactitud, pero le va a costar, más o menos, dos mil pesos”.
Otra expresión que une los dos adverbios es “el que más y el que menos”; con valor de locución pronominal, esta expresión significa “todas las personas”; puede decirse también “quien más, quien menos” y la concordancia verbal se hace en singular: “Con esta inflación, el que más y el que menos trata de tomar precauciones”. “Quien más, quien menos ha debido recurrir a algún tipo de préstamo”. La Academia advierte que “quien” puede ir tildado y que puede escribirse “quien más quien menos” sin coma intermedia.
A veces, encontramos la expresión “a lo más”: ella significa “a lo sumo, llegando al máximo de lo posible”: “En ese saloncito caben a lo más cincuenta comensales”. Si deseamos indicar intensidad o plenitud de acción, la expresión que se usará es “a más y mejor”: “Pudo hablar sin tapujos, a más y mejor”. Cuando lo que deseamos es reforzar la cualidad de un adjetivo, le anteponemos la locución “de lo más”: “Dijo unas palabras de lo más convincentes”. Otro valor toma “de más”, que significa “de sobra, en demasía”: “Su comentario está de más”. No debe confundirse con “demás”, que puede ser adjetivo o pronombre indefinido, en una sola palabra. Como adjetivo, “demás” equivale a “lo que sobra, lo restante”; se antepone a sustantivos en plural o a colectivos, en singular, precedido siempre por un artículo o por un posesivo: “Los demás hermanos se quedaron en casa”. “Puso sus demás pertenencias en un cajón”. Como indefinido y con valor sustantivo, lleva los artículos “los” y “las” o el neutro “lo” y equivale a “los otros”, “las otras”, “lo otro”: “Los (las) demás nos tendremos que volver a vacunar”; “Por lo demás, no se preocupe”.
Una locución utilizada para indicar aumento o adición es “a más” o “a más de”: “Debe leer esa bibliografía a más de la que ya leyó”. Cuando se quiere señalar “en mayor grado o cantidad”, se usa la forma “en más”, como en “Han valuado la propiedad en más de cien mil dólares”. Y si lo que deseamos es aludir a una gran cantidad de personas o cosas respecto de algo, se utilizará “los/las más”: “No se preocupe, de toda esa gente, los más van a proceder con sensatez”. Muchas veces, es necesario contraponer dos conceptos, para inclinarse por uno de ellos; en esos casos, la expresión elegida es “más bien”: “No es una obra leída por placer, más bien se la lee por obligación”.
Coloquialmente, si queremos averiguar cómo se desarrolló un hecho o de qué calidad es algo, al decir “más o menos”, damos idea de mediocridad: “Hoy me fue más o menos en el trabajo”. “No es una prenda fina, sino de calidad más o menos”. En algunas ocasiones, la indefinición temporal acerca de un suceso que aún no se lleva a cabo, hace que empleemos la expresión “más tarde o más temprano”, como sinónimo de “alguna vez, al cabo”: “Ya recibirá su recompensa, más tarde o más temprano”. Un aumento continuado y progresivo queda de manifiesto en el empleo de la forma “más y más”: “Como deseaba recibirse antes de fin de año, estudiaba cada día más y más”. Otras veces, nuestra tarea se ve obstaculizada por impedimentos que hacen poco posible su realización en el momento oportuno. En la expresión de ese obstáculo se usa en las oraciones la expresión “por más que”, equivalente a “aunque”: “Por más que lo intento, no logro acostumbrarme a este tipo de exigencias”.
Existe la locución coloquial “sin más acá ni más allá”, que da a entender que una acción se ejecuta de manera atropellada y sin causa justa: “No pudimos detenerlo y, de golpe, se inmiscuyó en el asunto, sin más acá ni más allá”. También, si algo se lleva a cabo precipitadamente, sin consideración alguna, lo expresaremos diciendo “sin más ni más”: “Abordó el tema sin más ni más”. Las dificultades, complicaciones o altercados a que da lugar un asunto quedan evidenciados en el uso de la locución “sus más y sus menos”: “Nada es sencillo porque cada actividad presenta sus más y sus menos”.
Una visita al Refranero multilingüe nos permite conocer una cantidad importante de paremias estructuradas con el adverbio “más”. De ellas, un grupo significativo queda encabezado por “más vale”, siempre con la misma estructura comparativa; el comienzo se da con esta expresión, luego se presenta un aspecto positivo y, finalmente, el término descartado, anunciado por el “que”. Por ejemplo: “Más vale ser cabeza de ratón que cola de león”. “Más vale ser amo de cabaña que mozo de campaña” y “Más vale un mal arreglo que un buen pleito”. En el primero, se insta a conformarse con mandar y ser el primero en una comunidad pequeña, antes que ser alguien desconocido en una mayor. En el mismo sentido, se expresa la segunda, ejemplificada en la relación “cabaña” / “campaña”. En la tercera, se contrastan los beneficios de lograr la paz, aunque sea con un acuerdo desventajoso, que tener que enfrentar un pleito, pues resulta mucho más costoso. Siempre dentro de la comparación en favor de determinados hechos y personajes, vemos “más moscas se cogen con miel que con hiel”, que insta a obtener beneficios a través de la dulzura y no de las amenazas y malas formas.
*La autora es Profesora Consulta de la UNCuyo.