El pacto
Quieren arrasarlo de tal modo que a partir de los comicios del 2025 no pueda gobernar nunca más en el país. Es decir, se intenta la eliminación de este partido político. No registro en la historia un pacto tan intenso y por ende resulta de interés indagar sus causas.
Toda elección demanda competencias entre partidos para derrotar a sus oponentes y así poder gobernar. No ha tenido éxito la famosa sentencia de Ricardo Balbín: “el que gana gobierna y el que pierde ayuda”. La historia enseña que los derrotados hacen lo posible e imposible para que el ganador pierda las próximas elecciones y le sea muy difícil gobernar. Utilizan medios de variado calibre, algunos ciertamente deplorables. Siempre he considerado esta actitud como anti democrática y violadora de la decisión del pueblo al que las minorías representan. La oposición permanente y a todo es incivilizada.
¿Por qué no solo derrotar sino arrasar?
Es difícil definir al kirchnerismo. Quizá como una manifestación política dentro del peronismo. Cristina ignoró a Perón y dejó traslucir que ella es la líder indiscutida de su partido, basada en Ernesto Laclau y Chantal Mouffe y el comunismo aggiornado del italiano Antonio Gramsci. Tanto unos como el otro no son fuentes doctrinarias del peronismo, cuyo origen en el siglo XX fue un populismo que gobernó con mano dura durante la mayor parte de su época y su inspiración fue fascista desde que Juan Domingo fue agregado militar en Italia. Además Perón integró el GOU (Grupo Oficiales Unidos) que realizó el golpe de Estado de 1943.
Con dificultad me inclino a sostener que el kirchnerismo es una fuerza independiente del peronismo, ambos populismos con marcada tendencia de izquierda el primero.
Es a Cristina y su espacio a quienes quieren arrasar Milei y Macri. Porque el peronismo ha quedado muy debilitado, dividido y sin líderes visibles, que en una contienda electoral es quizá posible derrotar sin gran esfuerzo.
Para Milei la decadencia argentina culmina en los dieciséis años del kirchnerismo, 2003 a 2023 con el intervalo de Macri 2015 a 2019. El gobierno de Cristina y Alberto Fernández profundizó esta decadencia a tal punto que en 2023 nos dirigíamos a una hiperinflación del 17.000%, interrumpida por el triunfo electoral de Milei.
Explicación del daño producido por el kirchnerismo
El cuerpo humano es creado por Dios, en mi creencia, o por la Naturaleza en el ateísmo y agnosticismo, apto para vivir sanamente. Pero virus y bacterias lo debilitan y enferman, que se combaten con antivirales y antibióticos. Todo lo que enferme al ser humano debe ser tratado enérgicamente para preservarlo.
Este ejemplo biológico sirve para explicar qué piensan Milei y Macri del kirchnerismo. No se trata de un movimiento político que intenta gobernar democráticamente al país. Como no genera riqueza, gasta más de lo que recauda y el déficit lo monetiza con inflación. El pueblo lo advierte pero no le importa con tanto dinero falso en sus manos.
Así también aumenta en paralelo la pobreza y lo que es peor, la indigencia hasta niveles extremos. De inmediato el kirchnerismo recurre a la asistencia social de todo tipo y con esto cierra el círculo: ha logrado someter a esta sociedad enferma en especial a los menos pudientes, para subordinarlos a su poder obligándolos a votarlo en todos los comicios haciéndoles creer que es su benefactor ocultando su destrucción masiva.
El desquicio favorece también otro flagelo, la corrupción. Y así se ha podido detectar cantidad de funcionarios, Cristina al frente, condenados y encarcelados varios pero no su líder hasta ahora y muchos con procesos en trámite sin sentencia.
¿Cómo se ha conducido el kirchnerismo en la oposición?
Durante el 2024 no ha apoyado ninguna iniciativa del gobierno de Milei votando en contra todos los proyectos de ley presentados. Y en varias ocasiones ha propuesto el juicio político al Presidente, a quien lo quiere fuera del poder, para retornar de inmediato y hacer todo lo contrario a lo hecho en 2024: volver a la inflación y a todo cuanto he señalado párrafos arriba, según Agustín Rossi.
Conclusión
Es obvio que el kirchnerismo junto al peronismo de izquierda dura no son democráticos sino contrarios a la democracia y la república. De ninguna manera se puede atentar contra ellos ni utilizar métodos antidemocráticos para no permitirles competir. Ambos son populismos fundados en el marxismo que enferman a la sociedad produciendo el caos durante los 67 años que hemos padecido. No creo que izquierda, derecha, marxismo y populismo sean meras ideologías fuera de época, como sostienen algunos pensamientos filosóficos. Pero esto es tema de otro trabajo.
Hay que recuperar la salud social enferma por estas bacterias y virus políticos que nos han robado la patria de San Martín. Las alianzas bien entendidas son medios aptos y legales para lograrlo.
* El autor es doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales.
