“Si no soy yo: ¿quién?, si no es ahora: ¿cuándo? Mijaíl Gorbachov
Hay muchas formas de definir el cambio, pero a lo largo de una experiencia profesional de más de treinta y cinco años dedicada a los procesos de cambio organizacional y cultural en organizaciones, me he quedado con una definición que realmente comprende, resume y es la más clara expresión de lo que es un cambio de verdad (en serio, en la jerga popular): es pensar como nunca antes se pensó y fundamentalmente hacer como nunca antes se ha hecho.
¿Por qué “un cambio de verdad”?
Porque cualquier otra manera o forma de definirlo es hacer lo mismo disfrazado de cambio, es creer que se está cambiando y yendo al futuro, incluso con convicciones fuertes, cuando realmente y sin saberlo incluso, se está reproduciendo y volviendo al pasado.
La incertidumbre del cambio en serio
El cambio “verdadero” en tanto algo nuevo, inédito, nunca realizado antes, es ir al futuro sin saber bien cómo encararlo porque precisamente su naturaleza es la novedad, el no haberse hecho antes y por lo tanto dentro de su sustancia esta la incertidumbre, la falta de conocimientos, la inseguridad, el temor, pero también como toda paradoja existencial esta la esperanza, la fe, la certeza de creer en los valores que el cambio encarna y sobre todo el deseo y la necesidad de superar una cruda y crítica realidad presente que viene del pasado y afirma permanentemente por sí misma la propia necesidad de trascenderla.
Así se manifiesta esta realidad presente y concreta, plagada de fracasos, frustraciones, engaños, miserias humanas, prebendas y privilegios, manipulación, valores perdidos, conocimientos viejos e inútiles, justicias deshilachadas que definitivamente conforman una realidad presente que ya no puede ser más, ni dar ningún buen y maduro fruto.
Por eso una de las herramientas de gestión del cambio de verdad, es la de informar permanentemente su grado de avance a los involucrados.
Y así un primer principio de la administración del cambio clave es que el cambio es información permanente a los involucrados sobre el estado de situación de donde se parte y luego su grado de avance y resistencia, para ir formando la conciencia necesaria para que sea aceptado, soportado y acompañado.
¿Por qué Milei Bulrich y Macri pueden ser una combinación para conducir un cambio de verdad (en serio)?
El cambio verdadero implica desmontar, afectar y transformar la cultura existente, que buscará permanentemente, garantizar la permanencia del pasado, junto a dar la certeza de que no puede ser nunca cambiada.
De manera que es recomendable que los agentes de cambio conozcan muy bien cómo funciona la cultura a cambiar, especialmente al principio.
Y conozcan principalmente, nuestra cultura política y económica: cuáles son sus partes más importantes e interconectadas y cómo va a hacer, la cultura, para garantizarse su permanencia y supervivencia.
Mauricio Macri como ex presidente aporta mucho conocimiento sobre estos aspectos que le tocaron vivir en esa primera etapa de este cambio.
Modelo de este modus operandi de cambio fue Gorbachov quien habiendo llegado a ser el número uno del Imperio Comunista Ruso y por lo tanto profundo conocedor de todo su sistema socio cultural y político, decidido a destruirlo, pudo desmantelarlo y desmontarlo.
Patricia Bullrich, por su parte, viene gestionando dentro de nuestra cultura política desde hace más de cincuenta años y así conoce, desde varias perspectivas, los procesos culturales imbricados sistémicamente dentro de ella.
Finalmente, Javier Milei no tiene esas experiencias, pero esta situación paradojalmente se le convierte en una ventaja, porque le va a permitir aumentar sus posibilidades de no quedar enredado en los grandes tentáculos que, seguramente, el “status quo” y el “establishment” le van a lanzar.
Pero sí tiene, con fuertes convicciones, un nuevo conocimiento que lo ha planteado como contenido sustancial de la nueva propuesta de cambio.
Así el cambio que tenemos por delante dependerá de la capacidad combinada, principalmente, de estos tres líderes que se han unido para concretar las bases de este nuevo proceso.
Cada uno deberá aportar su conocimiento y experiencia junto a su capacidad para administrarlo.
Tema esto último, de próximos articulos que continuarán al que hoy les presentamos.
* El autor es sociólogo. Consultor en procesos de cambio cultural y organizacional.